En un momento en el que el Barça no se puede permitir tirar dinero, hay personas de dentro del club, que tienen contratos que el conjunto blaugrana se podría ahorrar. Y no estamos hablando de jugadores. Ronaldinho, uno de los iconos del barcelonismo en la primera etapa de Joan Laporta como presidente, actualmente es embajador del club y su comportamiento está empujando a que lo despidan de donde consiguió sus mejores éxitos como futbolista profesional.
Es complicado gestionar esta situación, ya que el brasileño fue aquel futbolista que sacó las castañas del fuego a un Barça que hacía 4 temporadas que no ganaba títulos y, con Ronaldinho en la plantilla, el culé volvió a reinar en la Liga, siendo el mejor equipo del año 2005 y 2006 y, volvió a levantar la Copa de Europa en París. De todos modos, Laporta ya despidió a Ronaldinho en el año 2008, en el cambio de ciclo que encargó a Pep Guardiola.
Contrato innecesario para ser embajador
Ronaldinho tiene un contrato de 300.000 euros anuales hasta el año 2027 que firmó cuando estaba en prisión, con Josep Maria Bartomeu, solo para ser embajador del club, según el portal Madrid-Barcelona. Si nos ponemos en la piel de Laporta y de la economía del club, este es un contrato innecesario para ejercer un trabajo que simplemente sirve para el reconocimiento de un futbolista que marcó una época en el club.
Lo cierto es que Laporta no firmó este contrato y es un problema para su mandato. Sin embargo, el presidente del Barça negoció con Ronaldinho, cuando todavía jugaba en el equipo, un contrato vitalicio para que nunca se pudiera desvincular del Barça y, para que tuviera ingresos garantizados.
Mal comportamiento, lejos de ser culé
Laporta de momento no ha despedido al brasileño, pero si su comportamiento sigue en la misma línea, es probable que el presidente se ponga manos a la obra. Hace una semana se hizo entrega del Trofeo Kopa al mejor jugador de menos de 21 años, que se llevó Pablo Gavi y al que optaban 4 jugadores del Barça. Ronaldinho votó a Camavinga, del Real Madrid, a Gravenberch, del Ajax, que este año ha fichado por el Bayern de Múnich y, a Bukayo Saka, jugador del Arsenal.
Cada uno es libre de votar y actuar como quiera, pero el brasileño no está aportando nada positivo al Barça. Además, en la edición pasada de la Champions League, fue invitado de honor por el PSG (club donde también jugó) en el partido que disputaron contra el Leipzig. A pesar de ser embajador de los blaugrana, Ronaldinho se paseó por el césped del campo con la bufanda del club francés enviando besos a la grada y al escudo del PSG. Un comportamiento que lo aleja de ser un embajador culé por todo el mundo.