Sandro Rosell, desde la prisión de Soto del Real, se ha pronunciado sobre la polémica generada por la publicación de unas conversaciones que se han interpretado como que compraron un hígado ilegal para el exjugador Éric Abidal. En un comunicado de cuatro puntos, Rosell señala a "la Audiencia Nacional, la fiscalía y los cuerpos policiales" por filtrar "una conversación telefónica privada, que no tiene nada que ver con los hechos por los que estoy investigado y por los que permanezco en prisión preventiva desde hace más de un año". El expresidente del Barça está procesado por blanqueo y organización criminal.
En el texto, Rosell añade que los audios "pertenecen a una pieza separada 'secreta'" que ya ha sido archivada. La filtración, indica, "supone un delito" y "pone una vez más de manifiesto la absoluta falta de escrúpulos de la persona o estamentos" que los han filtrado.
El expresidente blaugrana niega "rotundamente" las conclusiones que se han extraído de las conversaciones y asegura que no ha intervenido "en modo alguno" en el trasplante de Abidal: "Todo el proceso (...) ha sido un ejemplo de la calidad excepcional de la medicina de nuestro país". Además, asegura que todo el revuelo sólo busca "desviar la atención y añadir elementos de confusión (...) para contaminar cuando no quedan argumentos de peso para mi mantenimiento en prisión preventiva".
Rosell acaba su escrito indicando que "convertir una historia de éxito en una noticia despreciable es producto de filtraciones interesadas y extemporáneas que sólo quien las provoca sabe bien qué pretenden".