La policía española ha interceptado al menos cuatro llamadas telefónicas en las que el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell "admite implícitamente haber comprado un hígado ilegal” para el exjugador y actual secretario técnico del club, Eric Abidal. Según rebela El Condifencial, las conversaciones fueron remitidas a la jueza Carmen Lamela, que investiga el caso de blanqueo de capitales que mantiene Rosell en prisión. La magistrada decidió abrir una pieza separada al considerar que los hechos podían construir un presunto delito de lesiones por tráfico de órganos.
Esta presunta compra del hígado se habría producido tras la recaída del jugador en un cáncer que le fue detectado en 2011. El club anunció en 2012 que el defensa francés había sufrido un empeoramiento y que necesitaba urgentemente un trasplante para poder afrontar la enfermedad. En abril de ese año, tras encontrar un donante, Abidal fue intervenidoo satisfactoriamente. El Club alegó que el órgano había sido donado por un primo del jugador, desconocido hasta ese momento.
Sin embargo, intervenciones telefónicas realizadas en 2017 han permitido descubrir que el episodio de la donación habría tenido un trasfondo más siniestro. La policía española se encontró durante la investigación contra Rosell por blanqueo de capitales con cuatro conversaciones telefónicas entre Rosell y varios colaboradores en las que reconoce "haber comprado un hígado ilegal" y insinúa que la donación del supuesto primo fue un invento para taparlo.
Según informa el mismo diario, la instructora del caso decidió abrir una pieza separada ante la gravedad de los hechos. En esa decisión contó con el pleno respaldo de la Fiscalía, que también concluyó que las manifestaciones detectadas eran suficientemente explícitas y contundentes como para ser investigadas en una causa penal independiente.
El abogado de Sandro Rosell ha manifestado "no tener conocimiento de estos hechos,ni si son ciertos, ni qué juzgado instruye, ni por qué no se tiene conocimiento del mismo un año después". La defensa del expresidente espera que esta información sea desmentida por el Hospital Clinic, donde se realizó la intervención, ya que considera que "es extraño pensar que se puede comprar un hígado ilegal y trasplantarlo en un hospital público".