Emili Rousaud, uno de los directivos que Josep Maria Bartomeu pretende fulminar para remodelar su zona noble, no se ha mordido la lengua este miércoles en el programa Aquí Cuní de SER Catalunya. El vicepresidente institucional, quién próximamente podría abandonar la junta del Barça, ha cargado contra el presidente y ha reconocido que se fraccionaron las facturas del contrato con I3 Ventures –la empresa contratada para desacreditar a la oposición y a los jugadores del equipo– con el fin de evitar los controles internos del club.
El caso 'BarçaGate' sigue trayendo cola. El primero sacrificado por Bartomeu fue Jaume Masferrer, responsable del área de presidencia, quien fue señalado como responsable de la crisis digital. Poco después, el presidente –acosado y cuestionado por una buena parte de la junta, también por Rousaud– anunció la puesta en marcha de una auditoría a cargo de Price Waterhouse Cooper (PwC) con el fin de depurar responsabilidades.
Un mes y medio después del punto álgido de la crisis, Rousaud responde y lo hace de manera contundente. Sin nada que perder porque Bartomeu ya lo ha sentenciado, el vicepresidente institucional no se corta: "No es que lo tenga que decir la auditoría, es un hecho y ya sabemos que se fraccionaron facturas para evitar controles internos", ha dicho.
El informe original de SER Catalunya detallaba que el Barça había pagado aproximadamente un millón de euros a I3 Ventures y que el pago se había fraccionado con seis facturas de 200.000 euros para evitar, así, tener que pasar por la comisión delegada del propio club.
Este hecho, sin embargo, fue negado rotundamente por el administrador de I3 Ventures, Carlos Ibáñez, quién en una entrevista en Catalunya Ràdio aseguró que existía un solo contrato por valor de 198.000 euros.
El escándalo de los perfiles falsos
La crisis de I3 Ventures, conocida como 'BarçaGate', ha sido una de las problemáticas más mediáticas de los últimos años en el Camp Nou. Tal como se ha acabado demostrando, el club blaugrana contrató esta empresa para que creara perfiles falsos en las redes sociales con el objetivo de desprestigiar a la oposición a la presidencia, a algunos de los futbolistas del primer equipo, a figuras vinculadas al entorno blaugrana como Xavi Hernández, Pep Guardiola o Jaume Roures, e incluso a personalidades políticas como Carles Puigdemont o Oriol Junqueras.