Rubén Baraja tiene entre manos un problema serio en el Valencia CF. Su joven defensor, Cristhian Mosquera, de apenas 20 años, se ha convertido en el centro de atención de grandes clubes de la Premier League. Tres gigantes ingleses, Manchester City, Liverpool y Arsenal, están dispuestos a desembolsar 30 millones de euros por este talento emergente que ya ha demostrado tener un potencial inmenso en La Liga. Con contrato vigente hasta 2026, Mosquera no solo se perfila como una promesa, sino como una inversión segura para el club que logre hacerse con sus servicios.

El Manchester City, dirigido por Pep Guardiola, está muy interesado en incorporar al defensor español. Los campeones de Inglaterra están evaluando varias opciones para renovar su defensa, ya que se esperan movimientos en su línea de fondo con posibles salidas de jugadores como Manuel Akanji y Nathan Aké. Mosquera encajaría como anillo al dedo en el esquema de Guardiola al ser un central joven y adaptable, capaz de soportar la intensidad de la Premier. Su llegada aportaría no solo solidez defensiva a largo plazo, sino también una frescura y flexibilidad que podrían ser cruciales para el City en competiciones tanto domésticas como europeas.

Mosquera 

El Arsenal de Mikel Arteta también ha puesto sus ojos en Mosquera. El club londinense busca rejuvenecer su defensa, y el español es visto como el complemento ideal para sus centrales William Saliba y Gabriel Magalhães. Arteta podría ofrecerle a Mosquera un rol significativo en el Emirates, donde se espera que su capacidad para leer el juego y su velocidad en los cortes defensivos encajen bien con la estructura y la filosofía del equipo. Además, en un proyecto que apuesta cada vez más por el talento joven, Mosquera tiene la oportunidad de desarrollarse en un entorno ideal que lo impulse a convertirse en uno de los defensores más destacados de la liga.

Por último, el Liverpool también ha entrado en la pugna. Arne Slot considera a Mosquera como un posible sucesor de Virgil van Dijk, cuya salida podría producirse el próximo verano. El técnico necesita garantizar una defensa que mantenga el nivel competitivo, y Mosquera podría asumir ese reto sin problemas. Las cualidades del joven central valencianista, especialmente su capacidad para anticiparse y su solidez en el juego aéreo, lo hacen una pieza atractiva para los de Anfield, que buscan asegurar un futuro defensivo de calidad.

Para Rubén Baraja, perder a Mosquera sería un duro golpe. El entrenador ha trabajado intensamente para consolidar a su defensa, y Mosquera se ha convertido en una pieza fundamental del esquema defensivo del Valencia. Aunque el club podría beneficiarse de una importante inyección económica con la venta del jugador, la pérdida de un talento de su calibre y con tanto recorrido podría tener repercusiones a largo plazo. Por ahora, todo parece indicar que el mercado invernal será decisivo para el futuro de Mosquera y para las aspiraciones de un Valencia que tendrá que replantear su defensa si finalmente se concreta esta salida.