Joan Francesc Ferrer 'Rubi' ha enviado un comunicado en la agencia EFE para dirigirse a la afición del Espanyol después de que el club haya oficializado este jueves su adiós. En el escrito, el técnico de Vilassar de Mar explica de manera sutil los motivos por los cuales ha dejado la entidad blanquiazul una temporada después de llegar al RCDE Stadium. "A pesar de la promesa que esta era la última con dificultades, se me traslada que el próximo curso también será un año difícil, ya que a nivel deportivo sería complicado reforzarse para poder competir con mejores condiciones," ha escrito.
Según Rubi, después de guiar el equipo hacia la Europa League, el club le comunicó "que no se daría un paso adelante ambicioso en el proyecto deportivo", una decisión que el técnico, eso sí, ha considerado "totalmente respetable".
El entrenador catalán, sin embargo, ha explicado que después de alcanzar la competición europea ningún responsable del club se reunió con él. Según Rubi, el primer encuentro con Òscar Perarnau, director general perico, tiene lugar el 27 de mayo. "Al día siguiente los cuatro técnicos recibimos una propuesta. La consideramos una forma elegante de decirnos que si queremos nos podemos ir", asegura.
Se va matando
Aparte de los argumentos que han provocado su fichaje por el Betis, Rubi también ha querido defenderse de las acusaciones de la afición blanquiazul, que le critican el hecho de haber dejado el equipo de forma repentina. "Siempre he ido de cara y el club ha sido informado en todo momento. No ha sido por dinero", ha dicho.
"Sólo aquellos que han puesto puesto en marcha la maquinaría de desprestigio contra mi persona tildándome de pesetero sabrán porque lo he hecho", ha escrito.
"A todos los que me acusan de traidor, les digo que me he limitado a escuchar, y finalmente aceptar, una propuesta laboral de otra entidad como cualquier otro empleado que se siente reconocido al cual han venido a buscar para hacer su trabajo de manera óptima", sentencia.