El Espanyol ha anunciado el fichaje de Joan Francesc Ferrer 'Rubi'. El técnico catalán será el relevo de David Gallego y ocupará el banquillo del RCDE Stadium durante las próximas dos temporadas. El catalán, que llega acompañado de Jaume Torras, segundo entrenador, Xavi Gil, preparador físico, y el asistente técnico Manel Rodríguez, inicia un periodo que tiene la misión de acabar con la construcción de una identidad en el club blanquiazul.
De la noche a la mañana
Más que de David Gallego, que sólo dirigió el Espanyol durante los últimos cinco partidos de Liga (y de forma interina), Rubi será el sustituto de Quique Sánchez Flores. Chen Yansheng ha decidido dejar su proyecto en manos de un técnico cuya filosofía contrasta mucho con todo lo que se ha visto en el RCDE Stadium durante los últimos años. La incorporación del catalán pretende marcar las líneas de futuro de la entidad perica: en términos futbolísticos, él y el madrileño se parecen como un huevo a una castaña. O como la noche al día.
Cornellà quiere dejar atrás la oscuridad y desea presenciar el dulce amanecer de un día primaveral. A pesar de las buenas sensaciones que han dejado las cuatro victorias en los últimos cinco compromisos de la temporada, los seguidores espanyolistas quieren olvidar un curso que ha estado por debajo de las expectativas en muchos aspectos. El pasado, sin embargo, ya es historia, y aunque la dictadura de los resultados acabará dictando sentencia sobre su éxito, Rubi es el candidato que más se ajusta a lo que necesita el conjunto catalán.
El juego de posición
Sin ningún tipo de duda, los blanquiazules cambiarán de ideología. Los pericos pasarán de basar el planteamiento en función del rival a hacerlo respecto a la pelota; de aprovechar los espacios largos a crear superioridades en distancias relativamente pequeñas; de la espera a la proactividad; del aprovechamiento de los errores a la generación de superioridades mediante el pase. Al fin y al cabo, el Espanyol cambiará el fútbol reactivo por el juego de posición.
"Cuando empezaba a entrenar la gente me decía que en Tercera y en Segunda B no se podía jugar así. Nosotros intentamos ser un buen equipo en ataque y defensa. Nuestro punto de partida es la valentía y nos gusta que los jugadores intenten desarrollar todo lo que tengan dentro", explicó el mismo Rubi en una entrevista a El Nacional. El nuevo preparador intentará imponer una propuesta que equilibrará la solidez defensiva con la generación de ocasiones gracias a la asociación característica del juego de posición.
A la espera de lo que pase en el mercado de fichajes (que podrían dejar al Espanyol sin jugadores como Gerard Moreno o Aarón), el nuevo entrenador del equipo barcelonés cuenta con jugadores que permiten la puesta en práctica de una personalidad con la que el fútbol formativo de la entidad perica, filial incluido, ya lleva un tiempo identificándose. Sergi Darder, David López, Melendo y compañía encajan en el perfil de futbolista necesario para desarrollar un fútbol vistoso, atrevido y, por qué no decirlo, más divertido que el que lleva años viéndose en Cornellà.
Necesitados de personalidad
El objetivo principal de Rubi y el Espanyol tiene que ir mucho más allá de los resultados. La entidad perica necesita crear un estilo con el que los aficionados y la gente del propio club, desde los jugadores hasta los directivos, se sientan identificados; una identidad que haga fuerte al club y que al mismo tiempo lo caracterice a ojos del resto del mundo; y sobre todo, una filosofía en la que se crea sean cuáles sean las circunstancias. Lo que ha conseguido el Betis con Quique Setién al frente tiene que ser el modelo a seguir y el ejemplo en el cual reflejarse. Si el técnico catalán consigue eso, el éxito está asegurado.