Después de dejar el Espanyol de forma más que turbulenta, Joan Francesc Ferrer 'Rubi' escribió un revelador comunicado en el cual explicaba los motivos de su fichaje por el Betis. "Se me traslada que el próximo curso también será un año difícil, ya que a nivel deportivo será complicado reforzarse para poder competir con mejores condiciones", decía.

La realidad, dos meses después de su adiós, es que Rubi no mentía. El Espanyol cuenta con una base de jugadores de la casa espectaculares liderada por Marc Roca, Óscar Melendo y Adrià Pedrosa; pero con ellos no es suficiente. Este jueves, el conjunto de David Gallego ha derrotado el Stjarnan gracias a una solvente segunda mitad, pero también ha demostrado que necesita refuerzos.

Si Chen Yansheng quiere que su equipo brille en Europa -y no sólo contra el tercer clasificado de la liga islandesa- tendrá que rascarse el bolsillo. Después de perder a un central imponente como Mario Hermoso pero ganar 12,5 millones de euros, el club sólo ha incorporado a Bernardo Espinosa, cedido, Matías Vargas, de Vélez Sarsfield, y Andrés Prieto, un portero suplente. Este jueves ninguno de ellos ha debutado y, ciertamente, nadie en el RCDE Stadium los ha echado en falta.

David Gallego es un técnico de cantera y tiene la valentía necesaria para dar minutos a los más jóvenes, pero requerirá más pólvora en todas las líneas si quiere igualar la temporada que Rubi firmó el curso pasado. Especialmente si finalmente Borja Iglesias, hoy autor de dos dianas, acaba siguiendo el mismo camino que el técnico de Vilassar.