Luis Rubiales siempre ha aceptado y respetado las decisiones de Luis Enrique, un entrenador en el cual ha demostrado tener total confianza. Pero, en ocasiones, ha presionado para incluir a algún jugador en la plantilla de la selección española, como puede ser el caso de Sergio Ramos. Aprovechando las buenas relaciones que mantiene con el presidente de la Real Federación Española de Futbol, el crack del Paris Saint-Germain intentó ir al Mundial de Qatar.
Le pidió que hablara con el seleccionador de ‘la Roja’, y que se replanteara su convocatoria, pues podía ser una pieza útil por su liderazgo, su jerarquía y su experiencia. Además, en la parcela defensiva no están sobrados de futbolistas ni de calidad. Pero todos los intentos fueron inútiles, y la postura del asturiano fue completamente inflexible, así que se quedó fuera. Lo mismo que ocurrió con Borja Iglesias, que es una de las ausencias más destacadas.
Muchos esperaban verlo nuevamente representando a España, una cosa que ya pudo hacer en las últimas dos jornadas de la UEFA Nations League, haciendo su debut. No jugó demasiado, pero pese a eso confiaban en que estuviera en la lista de 26 elegidos para participar en la Copa del Mundo, sobre todo considerando que prácticamente no hay delanteros que estén en un buen momento de forma, y que Iago Aspas no entra en los planes de ‘Lucho’.
El goleador del Betis estaba haciendo méritos con sus actuaciones, y acumula ocho dianas y tres asistencias en 17 partidos. Pero ni eso ni la ‘ayuda’ que recibió por parte de Rubiales fue suficiente para que Luis Enrique contara nuevamente con él. Se decantó por llevarse a un único ariete, Álvaro Morata, una decisión polémica y de la cual puede arrepentirse pronto, considerando los problemas físicos que está experimentando el futbolista del Atlético de Madrid.
‘El Panda’ es otro de los ausentes en la selección que tendrá que conformarse con seguir la cita mundialista desde su casa, como su compañero de equipo Sergio Canales.
Rubiales estaba convencido de que Iglesias podía ser crucial
Para Iglesias fue un duro golpe ver como Luis Enrique prefería llevarse a Anssumane Fati, a Marco Asensio o a Yeremi Pino antes que él, pese a que no sean intocables en sus clubes, pero no tiene más remedio que aceptar la decisión. Rubiales, por su parte, no tenía dudas de que el ex del Zaragoza, del Celta de Vigo, del Valencia, del Espanyol y del Villareal podía ser crucial.
Y es que no cree que Morata sea una garantía de cara a portería, y tener competencia en su puesto habría ayudado a estimularle para que sacara su mejor versión.