El conflicto entre Rusia y Ucrania sigue abierto y lleno de incertidumbres. Vladímir Putin, el presidente ruso, reconoció este pasado lunes las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk, situadas en el este del país, como repúblicas independientes. Sin embargo, esta declaración no significa la anexión. Y pensando más allá del problema político, la postura de Rusia puede acabar afectando al mundo del deporte y al mundo del fútbol más concretamente.
Primeras sanciones de Boris Johnson por el conflicto Rusia-Ucrania
Precisamente, el conflicto presente tiene incidencia en todas las vertientes de la sociedad y en las relaciones internacionales se ven afectadas. Europa, Estados Unidos y China, están muy atentas a los próximos pasos de Putin, pero también el Reino Unido. Y Boris Johnson, el primer ministro británico, ya ha actuado en consecuencia.
Johnson ha anunciado este martes algunas sanciones contra cinco bancos y tres multimillonarios rusos después que Putin haya ordenado la entrada de tropas rusas en el este de Ucrania. Y uno de los magnates que ha sido multado es Roman Abramovich, propietario del Chelsea.
El gobierno británico apunta hacia la Champions
Pero Johnson también ha ido más allá y ha afirmado que "una Rusia más aislada, una Rusia que tiene un estatus de paria, y sin posibilidades de celebrar torneos de fútbol en una Rusia que invade países soberanos". Por lo tanto, el primer ministro británico ha apuntado directamente hacia la Champions League.
Y es que el próximo día 28 de mayo está previsto que se dispute la final de la Champions en el Gazprom Arena —o también dicho Estadio Krestovski— y que es donde juega el Zenit de San Petersburgo.
⚽️ Only 💯 days to go until the main event of the football season - the @ChampionsLeague final.
— Russia �������� (@Russia) February 17, 2022
On May 28, 2022 Russia's Saint-Petersburg and @gazprom_arena will host the important game🏆
In celebration of the milestone the #PalaceSquare was illuminated by 3D projections 🎇 pic.twitter.com/8zCnB0dQUB
Y todavía dentro del mismo gobierno británico, más concretamente Nadine Dorries, que es la secretaria de Estado, ha seguido el discurso de Boris Johnson a través de las redes sociales: "Tengo una gran preocupación sobre los acontecimientos deportivos que se tienen que celebrar en Rusia, como la final de la Champions League, y discutiré con los órganos de gobierno pertinentes".
También hay que remarcar que hasta cuatro clubs ingleses (Manchester City, Liverpool, Chelsea y Manchester United) están disputando los octavos de final de la máxima competición europea de fútbol. Y, por lo tanto, hay muchas opciones que alguno de ellos acabe disputando esta final. Además, el Chelsea es el vigente campeón de la competición.
"No permitiremos que el presidente Putin aproveche los acontecimientos en el escenario mundial para legitimar su invasión ilegal en Ucrania", ha añadido Dorries.
I have serious concerns about the sporting events due to be held in Russia, such as the Champions League Final, and will discuss with the relevant governing bodies.
— Nadine Dorries (@NadineDorries) February 22, 2022
We won't allow President Putin to exploit events on the world stage to legitimise his illegal invasion of Ukraine.
Sin embargo, el pasado domingo la misma UEFA, quién organiza la Champions, ya afirmó a través de un portavoz a la agencia DPA que "actualmente no hay planes" de trasladar la final a otro país. Pero también explicó que "se evaluará la situación" continuamente y, si por motivos de seguridad no es viable jugar en San Petersburgo, entonces sí se hará un replanteamiento. Pero este cambio de sede parece una quimera ahora mismo porque la gasística rusa Gazprom —uno de los patrocinadores principales de la Champions— es uno de los máximos responsables de que la final se dispute en Rusia.