El Barça trabaja a contrarreloj para poder confeccionar un equipo más competitivo en el mercado de enero que empezará con el año nuevo. Pero, con el riesgo de repetir esta frase hasta la saciedad, para que entren jugadores, otros tienen que salir. Y en el caso del FC Barcelona no es una frase hecha. Se trata de una obligación.
El adiós de Coutinho abriría la opción De Ligt
La excedida masa salarial del primer equipo obliga a liberar una buena parte de ella para poder hacer hueco al salario de las futuribles incorporaciones, y el jugador que más molesta, en ese sentido, es Philippe Coutinho. El del brasileño es el sueldo más elevado de todos, y no cuenta para Xavi, lo que le convierte en un jugador de obligada venta. Pero al Barça le está costando muchísimo encontrar un club que esté dispuesto, y el brasileño tampoco lo pone nada fácil.
Si se diera la salida del ex del Liverpool eso facilitaría que el Barça pudiera inscribir a Ferran Torres, que está prácticamente fichado, pero también haría más viable otras operaciones. Por ejemplo, la de Matthijs De Ligt para apuntalar una defensa de presente y futuro con el neerlandés, Araujo, Eric Garcia y Gerard Piqué.
El central ya fue un deseo del Barça el mismo año que llegó su excompañero en el Ajax, Frenkie De Jong, pero decidió rechazar la oferta del Barça para fichar por la Juventus y con la llegada de Xavi y los problemas económicos de la Juve, el neerlandés vuelve a ser una opción. Aunque es una opción remota.
De Ligt debería bajarse el sueldo si quiere ir al Barça
La mayor complicación es su salario en Turín. Le firmaron un contrato de estrella que asciende a más de 12 millones de euros, según el portal salarysport.com, lo que complica y mucho la operación. La Juve lo ha puesto en el mercado, ya que quieren reforzar la delantera y necesitan ingresos para ello. No es una operación prioritaria, así que se podría reactivar en verano, pero el jugador debería hacer un esfuerzo y bajarse el sueldo.
En el Barça podría recuperar la mejor versión que mostró en los Países Bajos y en esa maravillosa Champions con el Ajax. En la Juventus no ha acabado de encontrarse cómodo, y no vería con malos ojos cambiar de aires para revalorizarse. Tiene tan solo 22 años, y le queda una década de futbol, como mínimo, por delante, quién sabe si enfundado en una camiseta blaugrana. Si fuera por Xavi Hernández, así sería.