Thiago Alcántara recibió este miércoles el trofeo MVP que le erigía en el mejor jugador del Liverpool-Villarreal correspondiente a la ida de las semifinales de la Champions League. Y es que el centrocampista hispanobrasileño acababa de firmar un auténtico partidazo, liderando al Liverpool a poner un pie y medio en la final de París (2-0). 

Y claro, el recuerdo de su efímero paso por el Barça volvió a salir en el entorno blaugrana, con el añadido de que hace dos veranos el club le negó su retorno, a pesar de que Thiago hizo todo lo posible para volver al Camp Nou una vez decidido que quería abandonar el Bayern de Múnich. Al final, el Liverpool se lo llevó por solo 22 millones de euros, una ganga en los tiempos que corren.

Thiago Alcántara dio una exhibición contra el Villarreal / EFE

Crónica de una salida forzada

Lo cierto es que Thiago jamás quiso irse del Barça, como en su día se quiso trasladar desde el club. Formado en la Masia, el centrocampista siempre fue considerado una de las grandes perlas, el sucesor de Iniesta, la futura estrella del Barça gracias a una calidad impresionante con el balón en los pies y a una gran visión de juego. Todo se empezó a torcer en el año 2012, con la salida del Barça de Pep Guardiola, una de las personas que más han creído en Thiago. El jugador, que estaba cerca de terminar su contrato con el Barça inició las pertinentes conversaciones a través de su padre y representante, Mazinho.

La relación entre Mazinho y Sandro Rosell nunca fue buena y el excampeón del mundo empezó a creer que el Barça realmente no quería la continuidad de Thiago. En aquel momento, en la plantilla estaban Busquets, Xavi, Iniesta y Cesc, por lo que el Barça consideraba que Thiago sería suplente, motivo por el cual no merecía un gran salario. El jugador tenía una cláusula de 90 millones de euros que bajaba a 18 si no disputaba el 60% de los partidos del Barça. La cifra de duelos no era elevada, pero curiosamente Thiago se quedó a las puertas de que su cláusula se mantuviera en 90. El jugador y su entorno vio claro de que el Barça lo quería fuera, por lo que aceptó que el Bayern, entrenado por Pep Guardiola, pagara su cláusula.

Jurgen Klopp está encantado con el rendimiento de Thiago / Europa Press

Una salida dolorosa

"El Barça ha vendido por 25 millones a un reserva", afirmó entonces Sandro Rosell. El Bayern no quería pagar la cláusula, para evitar los impuestos, por lo que la negociación se acabó cerrando por 25. En el Barça, el traspaso fue vendido como un gran éxito, además de que algunos acusaron a Thiago de dejar tirado al Barça y a Guardiola de llevarse a una de las perlas de la cantera blaugrana. El hispanobrasileño estuvo 7 temporadas en el Bayern de Múnich, en las que ganó 1 Champions, 7 Ligas, 1 Mundial de Clubes, 1 Supercopa de Europa y 4 Copas de Alemania. "Me fui del Barça para poder ser feliz jugando al fútbol", afirmó tiempo después de salir del Barça.

La intención de Thiago era volver al Barça, poder demostrar que estaba capacitado para triunfar en el Camp Nou, pero Bartomeu se lo volvió a negar. Finalmente, el jugador fichó por el Liverpool, donde este miércoles dio una auténtica master class de fútbol. “El Barça fue una escuela más humana y personal que futbolística porque desde pequeños nos enseñan a respetar al rival, a los compañeros, los entrenadores, todo el mundo que esté alrededor de nuestras vidas. En lo futbolístico, también te dan ciertos conceptos tácticos, tanto de posición de balón, querer el balón, de mimarlo y de ser objetivo cuando estás cerca de la portería”. Palabra de Thiago.

 

Imagen principal: Sandro Rosell, expresidente del Barça / FCB