La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido once años de prisión y 59 millones de euros de multa para el expresidente del Barça Sandro Rosell por los delitos de blanqueo de capitales y organización criminal.
La acusación pública considera que Rosell y los otros cinco acusados conformaron el año 2006 "una estructura estable, reforzada por sus vínculos de amistad, dedicada al lavado de capitales a gran escala".
Así lo recoge el escrito de acusación presentado por la jueza Carmen Lamela en la investigación contra Rosell, actualmente en prisión incondicional a la espera de que se celebre el juicio. El expresidente blaugrana ha culminado hoy a las 12.25 horas su traslado de la prisión madrileña de Soto del Real, en la que ingresó en el mes de mayo del 2017, a la de Brians 2, de Sant Esteve Sesrovires. Familiares y amigos de Rosell lo han recibido con gritos de 'libertad'.
Lamela ya dio el visto bueno a su traslado a una prisión catalana después de haber dictado el auto de procesamiento contra él y cinco personas más, entre ellas su mujer Marta Pineda, por blanquear 20 millones de euros de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), de los cuales Rosell se quedó con al menos 6,5 millones.
El pasado 29 de mayo, Lamela dictó el procesamiento para Rosell y los otros acusados al entender que formaba parte de una organización criminal que ocultó dinero desviado de la CBF por su expresidente Ricardo Teixeira, que está siendo investigado en los Estados Unidos.
A todos se les atribuye el blanqueo de 15 millones en mordidas obtenidas por Teixeira provenientes de los derechos de retransmisión de 24 partidos amistosos de la selección brasileña y otros 5 millones de un contrato de patrocinio con la marca Nike.