El Barça comunicó, por sorpresa, la renovación de Sergi Roberto, hace solamente unos días. Una decisión inesperada, ya que su salida se daba por segura, y todos daban por hecho que se marcharía en junio, momento en el que expiraba su contrato. Joan Laporta estaba convencido de que lo mejor era que se fuera, pues ya no aportaba absolutamente nada a la plantilla, y en las últimas temporadas había pasado más tiempo lesionado que sano.
Pero Xavi Hernández ha tenido mucho peso en la continuidad del de Reus. Desde el primer día, insistió en que hicieran todos los esfuerzos necesarios para prolongar su vínculo, ya que le considera una pieza muy valiosa. Tiene mucha importancia en el vestuario, y es muy querido en la plantilla, además de aportar grandes soluciones en los esquemas, merced a su sensacional polivalencia. Y cree que puede ser el titular en el lateral derecho, donde no dispone de más opciones fiables.
Por esa razón, desde el Camp Nou se ha intentado hacer todo lo necesario para llegar a un acuerdo con el ‘20’, si bien las propuestas que le presentaban eran rechazadas al instante. El internacional español se negaba a bajarse su salario, que era uno de los más elevados de la plantilla, al estar percibiendo cerca de 10 ‘kilos’ limpios por campaña. Una cifra escandalosa, y que explica los problemas económicos que atraviesan a día de hoy.
Y es que Roberto, como muchos de sus compañeros, percibía un sueldo inmerecido, y que no estaba justificando. Laporta confiaba en que el futbolista de 28 años hiciera un esfuerzo, y se solidarizara con la crisis que atraviesan, como sí que hicieron Gerard Piqué o Jordi Alba. Pero nada más lejos de la realidad, pues no quería renunciar a la mitad de su ficha, que es lo que le pedía el Barça, lo que provocó que las negociaciones se rompieran, y que su propia afición le llegara a silbar y a abuchear.
Finalmente, después de no haber recibido llamadas para cambiar de aires, a Sergi no le ha quedado más remedio que aceptar la oferta que le presentaban, y ha acabado estirando su documento de trabajo. Le debe de dar las gracias a Xavi, que ha sido su principal defensor, y el culpable de que se quede.
Laporta no cambia de idea: se irá el año que viene
Aunque, en realidad, lo único que ha ganado Roberto es otro año más de margen para encontrar otro destino. Porque solamente ha renovado por una temporada, y Laporta ya le ha dejado muy claro que será el último curso que pase en el Barça. El próximo verano estará obligado a hacer las maletas.
Al presidente no le gustó nada que Sergi se negara a bajarse el sueldo, y es una cosa que no le perdonará jamás.