Si el Barça ha llegado a los cuartos de final de la Champions League, ha sido gracias a la irrupción de los jóvenes. Contra el Nápoles, Fermín López abrió el marcador, Lamine Yamal fue el jugador más desequilibrante y Pau Cubarsí paró a los atacantes rivales cuando más lo necesitaba su equipo. Una clasificación que no sería posible sin la Masia.
Como tampoco sería posible la aparición de estos jugadores en el primer equipo sin la intervención de Xavi Hernández. El técnico blaugrana no ha tenido problema en apostar por los canteranos cuando lo ha necesitado. Si estos han respondido, como ha sido en la mayoría de las ocasiones, han acabado siendo premiados con minutos importantes o, incluso, la titularidad. Pero hay un joven que no consigue ganarse la confianza de Xavi, Vitor Roque.
Vitor Roque, desaparecido
El brasileño llegó el pasado mes de enero después de que Joan Laporta hiciese el esfuerzo de inscribirle en el último mercado de fichajes, a pesar de que su llegada estaba prevista para la próxima temporada. Los problemas del Barça en ataque, con un Robert Lewandowski desacertado de cara a puerta, parecía que podrían subsanarse con el fichaje de un nuevo delantero.
Todas las partes estaban encantadas con este movimiento, que al final ha resultado ser menos satisfactorio de lo esperado. Vitor Roque sufrió las primeras decepciones cuando no pudo disputar ni un solo minuto de la Supercopa de España, el primer título que se jugaba el equipo, ni de los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Athletic Club de Bilbao. En ese momento, se justificó su ausencia por unas molestias. La excusa parecía creíble, ya que después comenzó a tener más protagonismo entrando desde el banquillo. El brasileño, además, respondió a esta confianza con goles importantes ante Osasuna y Alavés.
Sin la confianza de Xavi
Contra los vascos, precisamente, Tigrinho sufrió una expulsión rigurosa que interrumpió su racha goleadora. Se perdió el siguiente partido contra el Granada, pero reapareció contra el Celta de Vigo con su primera titularidad. Su actuación fue bastante discreta, lo que le devolvió a la suplencia en la ida de los octavos de final de la Champions.
Desde entonces, Vitor Roque apenas ha tenido minutos. Contra el Getafe, en un partido que quedó resuelto rápidamente, no entró hasta el último cuarto de hora. En la visita a San Mamés, la necesidad de marcar no fue suficiente motivo para Xavi para introducirlo en el equipo en la segunda parte. La situación, evidentemente, no cambió para la decisiva vuelta de los octavos de Champions. Con este bagaje, cuesta pensar que Xavi confíe en Vitor Roque para los cuartos de final de la competición europea. El brasileño, ya acostumbrado a ver los partidos desde el banquillo, tendrá que esperar para tener su oportunidad en un partido importante.