Sergio Busquets aún no ha querido comunicar los planes de futuro que tiene. De momento, el Barça sigue insistiendo para que firme un nuevo contrato, y le ha presentado una oferta de ampliación. Esperan convencerle para que acabe renovando, y se quede hasta 2024, es decir, otra temporada más. A pesar de que en el Clásico hizo una actuación realmente discreta, todavía están convencidos de que es una pieza clave e indispensable.
Así se ha podido comprobar, ya que siempre que ha estado disponible, ha jugado los 90 minutos. Para Xavi Hernández no hay otro jugador que pueda asumir la responsabilidad de ser el reemplazo del ‘5’ en la plantilla, y su marcha sería muy dolorosa, obligando a acudir al mercado estival para firmar a un nuevo pivote defensivo. Y debido al poco presupuesto que tienen, no pueden permitirse hacer ningún tipo de inversión.
Por ese motivo, Joan Laporta y Mateu Alemany habían paralizado la búsqueda de un sucesor para el capitán culé. Querían esperar 12 meses, momento en el cual harán un intento para reclutar a Martín Zubimendi, de la Real Sociedad, que es el elegido para hacer olvidar al ‘5’. El problema es que tiene un precio de salida de 60 millones de euros que no pueden pagar, considerando que dan prioridad a la llegada de un lateral derecho de primer nivel, y de un nuevo delantero.
Están presionando a ‘Busi’ para que aparque la idea de abandonar el Camp Nou en junio, aunque es una decisión que tomó hace tiempo, y que ya comunicó a principio de curso. El de Badia del Vallés valora el esfuerzo que están haciendo para convencerle, y ha pedido que le dejen reflexionar durante estos días libres que tiene, para estudiar junto a su familia qué es lo mejor para todos.
No obstante, en muchos medios afirman que cada vez lo tiene más claro, y se despedirá del Barça cuando finalice la actual campaña.
Busquets traiciona a Xavi
Xavi ha insistido y ha hablado personalmente en múltiples ocasiones con Busquets, aprovechando la gran amistad que tienen, para lograr que haga un favor al Barça, y siga 12 meses más. Pero parece que no ha tenido efecto, y que sigue estando decidido.
Tan solo un milagro y una sorpresa de última hora provocaría que acabara quedándose, aunque Laporta y Alemany ya han asumido que tendrán que fichar a un sucesor.