La crisis del Sevilla parece no tener fin, y no hay manera de encontrar una solución. Los resultados siguen siendo muy mediocres, y de momento solamente han podido ganar tres partidos en toda la temporada, uno de ellos en la Copa del Rey. Esto explica la posición tan decepcionante que ocupan en la clasificación de La Liga EA Sports, donde están muy lejos de los objetivos marcados, y se encuentran en la decimoquinta plaza, a solo cuatro puntos del descenso.
Y en la Champions League, quedaron eliminados matemáticamente, y no tienen opciones de pasar a octavos de final, después de dejarse remontar un dos a cero contra el PSV Eindhoven. Por suerte, aún tienen opciones de acceder a la Europa League, y repetir el milagro de la pasada campaña… aunque parece complicado. La afición ha perdido toda la ilusión con el equipo, y hay dos señalados por la debacle. Comenzando por Sergio Ramos.
Con su llegada, se esperaba que en el Ramón Sánchez Pizjuán solucionaran los problemas defensivos. El regreso a casa del hijo pródigo despertó una gran expectación, pues en su último año en las filas del Paris Saint-Germain mostró un nivel realmente sorprendente, que provocó que se pidiera su convocatoria con la selección española. Pero no ha estado a la altura de las exigencias, y ha cometido errores impropios de un futbolista de su experiencia y su nivel.
Ha sido expulsado en más de una ocasión, y los problemas con las lesiones siguen persiguiéndole. La decepción con el campeón del Mundial de Sudáfrica, por lo tanto, es gigantesca. Y lo mismo se aplica a Diego Alonso, que llegó como sustituto de José Luís Mendilibar, pero no ha conseguido mejorar los resultados que obtuvo el entrenador vasco. Esto ha provocado que Víctor Orta también active la búsqueda de un nuevo técnico, para cargarse al uruguayo.
Mucho tendrán que cambiar las cosas para que el exfutbolista de Atlético de Madrid, Málaga, Murcia, Valencia o Racing de Santander siga en el banquillo durante más tiempo.
¿Otra temporada con tres entrenadores distintos?
Si finalmente se confirma la destitución de Alonso en los próximos días, como todo hace indicar, en especial si no sacan un buen resultado contra el Vilarreal el domingo, sería la segunda temporada consecutiva en la cual el Sevilla tendría tres entrenadores distintos.
Una muestra de que se viven tiempos convulsos en Nervión.