Sergio Ramos acaba de romper una de las relaciones deportivas más largas de su vida. Y no se trata de su vinculación con el Real Madrid, que se rompió abruptamente el verano pasado tras haber jugado de blanco desde 2005, sino que la frase que empieza este texto hace referencia a que el central andaluz del PSG ha roto su contrato con la marca deportiva Nike para fichar con una de su competencia, la japonesa Mizuno.

Ramos se abre al mercado japonés

Después de llevar toda su carrera ligado a la compañía estadounidense de equipamiento deportivo, decidió dar un giro a su carrera para unirse a la marca nipona. Mizuno no tiene mucha incidencia a nivel global en el fútbol, pero sí que en territorio asiático es una marca potente y en el mundo del atletismo cuenta con nombres de tal reconocimiento como el triatleta Javier Gómez Noya.

Sergio Ramos, dolorido en un partido del PSG / Europa Press

En el fútbol, su mayor exponente fue el brasileño Rivaldo, que jugó toda su carrera con botas Mizuno, y rechazó en múltiples ocasiones las ofertas millonarias de Nike. Ahora, Ramos ha hecho el camino inverso, y con este movimiento se le abre de par en par la posibilidad de ir a jugar a territorio japonés.

Desde la llegada del central de Camas al PSG se ha especulado con que su plan inicial era jugar un par de años en Francia para tener un retiro dorado en la MLS, en los Estados Unidos, en el Inter Miami, equipo propiedad de su amigo y excompañero David Beckham, pero este giro en su carrera podría alterar sus planes.

Podría seguir el camino de Iniesta 

Además, tras sus reiterados problemas físicos, se había estado rumoreando con que Ramos tendría complicado volver a jugar de forma seguida al más alto nivel, lo que podría acortar su etapa parisina. Económicamente, la oferta no sería nada desdeñable ni en los Estados Unidos ni en Japón, pero si acabara eligiendo la vía asiática podría emular a Andrés Iniesta o David Villa.

Andrés Iniesta, jugando con el Vissel Kobe / AFC

Además de los ingresos que pueda obtener para seguir jugando al fútbol, en Japón podría cerrar acuerdos comerciales muy suculentos que le podrían convertir prácticamente en un icono cultural. De momento, el primer paso está dado. "De niño ya usaba botas Mizuno y recuerdo que me duraron muchísimo. Han pasado los años, pero cuando hace poco probé mis nuevas botas Mizuno, inmediatamente me recordaron a mi juventud", explicó Ramos después de rubricar su firma.

El central vestirá a partir de ahora las Neo Ⅲ β Japan. Aunque ahora está lesionado, cuando se recupere de sus problemas físicos las lucirá en el Parque de los Príncipes. La incógnita reside en si seguirá haciéndolo en Francia por mucho tiempo, o lo veremos en la MLS, o al lado de Iniesta en el Vissel Kobe u otro equipo nipón.

 

Imagen principal: Sergio Ramos celebrando su único gol con el Paris Saint-Germain / EFE