Aunque el PSG lleva tres goleadas en los tres partidos oficiales que ha disputado en esta temporada, el ambiente dentro del vestuario no puede ser más opuesto al rendimiento sobre el terreno de juego. En estos primeros encuentros, los muchos egos que conviven en el vestuario parisino han chocado y mucho, y eso se hizo evidente, sobretodo, con Kylian Mbappé y Neymar durante el partido contra el Montpellier. La temporada es muy larga y acaba de empezar, por lo que uno de los veteranos como Sergio Ramos, que vuelve a ser importante también en el césped, ha intercedido para intentar calmar las aguas.
Mbappé y Neymar, con una tensión evidente en el PSG
Porque en el partido en cuestión, en el minuto 23, hubo un penalti a favor de los parisinos que ejecutó Mbappé, teórico lanzador principal del equipo, en uno de los muchos deseos que se le concedieron tras renovar, pero falló. 20 minutos más tarde, en el 43 de la primera mitad, hubo otro penalti y fue Neymar, tras el fallo del francés, quien agarró el balón. No obstante, Mbappé se lo intentó impedir, aunque Neymar se negó, y marcó. El brasileño acabó el partido con un doblete, pero ya habían saltado todas las alarmas por la mala relación entre dos de las grandes estrellas que tiene Christophe Galtier.
El ego de Mbappé parece excesivo, y en el mismo partido dejó de correr y acompañar una jugada cuando Vitinha decidió conducir el balón antes que dárselo a él, en un gesto de mal compañero que también se ha hecho viral. Si ese tipo de actitudes se alargan en el tiempo, en un vestuario donde también está Leo Messi, íntimo amigo de Neymar, la situación puede volverse insostenible.
Sergio Ramos, mediador de urgencia en París
Por eso, Sergio Ramos tomó la palabra. El central andaluz, que en su segunda temporada en Francia parece haberse olvidado de las lesiones y es un líder para Galtier, quiso mediar entre Mbappé y Neymar en el vestuario, según explica Le Parisien. Tal como explica la citada información, Ramos ha intentado apagar el incendio al poco de iniciarse, y habrá que ver si funciona o no.
Lo que sí es claro es que el papel del excapitán del Real Madrid en el PSG es otro distinto al de hace unos meses. Ahora, a parte de ser uno de los líderes de la zaga, también tiene el trabajo de pacificador cuando él mismo, un especialista desde el punto de penalti, también podría reclamar su cuota de protagonismo para los 11 metros.