Sergio Ramos apura sus opciones de seguir en Europa, y por el momento no ha pensado en abandonar el viejo continente. Es consciente de que su continuidad en el Paris Saint-Germain es complicada, sobre todo considerando que todavía no ha sido llamado por Nasser Al-Khelaïfi para renovar su contrato, que expira en junio. Pero espera que en las próximas semanas las cosas cambien, y se planteen prolongar su actual vínculo.
Ha sido una pieza importante para Christophe Galtier, y esta campaña está teniendo la continuidad que le faltaba en la anterior, cuando prácticamente no pudo jugar por culpa de las lesiones. Su rendimiento ha sido muy cuestionado, y en algunos partidos ha sido señalado por sus errores, pero es innegable que aporta experiencia, jerarquía y liderazgo, unas cualidades que son muy valiosas. Además, Milan Skriniar, el favorito de Luis Campos para ocupar su lugar, se ha alejado.
El ex del Sevilla y del Real Madrid no pierde la esperanza, y todavía ve factible su continuidad en el Parque de los Príncipes. Por ello ya se ha atrevido a rechazar una primera oferta procedente de otro club, para ser más concretos, del Al-Nassr. Después de haber conseguido la firma de Cristiano Ronaldo, han tanteado a otras estrellas mundiales como Luka Modric, Sergio Busquets o N’Golo Kanté, sin tener el mismo éxito.
Todos ellos han dicho ‘no’ a Mohammed Bin Salmán, por mucho dinero que pusiera sobre la mesa. En el caso de Ramos, no se muestra lo suficientemente seducido por la idea de residir en un país como Arabia Saudí, y no está interesado, al menos por ahora, en trasladarse allí. Tan solo lo haría en caso de extrema necesidad, si no tiene otro remedio. Pero su prioridad sigue siendo la de permanecer en la plantilla del PSG, como ya se lo ha comunicado a Al-Khelaïfi.
Aunque ya sea libre para negociar con otros conjuntos, tampoco ha recibido llamadas ni tiene ninguna propuesta en firme, más allá de la del equipo asiático.
La retirada, una idea descartada por Ramos
Lo que sí parece estar completamente descartado por Ramos es la idea de colgar las botas. Aún cree que no ha llegado el momento para hacerlo, y se ve preparado físicamente para poder aguantar y seguir compitiendo en la élite un par de temporadas más.
Está a punto de cumplir los 37 años, no obstante, sigue teniendo la ilusión y el carácter competitivo de siempre.