El Barça cae en la Copa del Rey (2-0), pero tiene que dar gracias que la eliminatoria de semifinales tendrá partido de vuelta en el Camp Nou. En Sevilla el equipo blaugrana no ha aparecido, se ha descompuesto, y ha vuelto a demostrar sus carencias tanto ofensivas, como, sobre todo, defensivas.

Un Barça con miedo y sin control

No hay manera que el Barça asuste. Ni con su equipo más titular ha intimidado al Sevilla. Los andaluces, candidatos a luchar por el título de Liga y ya consolidados como uno de los grandes de Europa, han plantado cara en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.

Pero el problema de este Barça, aparte del juego, son las lesiones. Si del medio del campo hacia adelante el equipo era el que tendrá que luchar por la Champions contra el PSG, en defensa es un auténtico poema. Salvando a Jordi Alba y a Ter Stegen, Junior ha hecho de lateral derecho y Umtiti y Mingueza de centrales.

Umtiti perdiendo la posición con Koundé / EFE

Y este Barça reserva en la parte defensiva ha resistido lo que ha podido. Aunque los blaugrana han empezado con el balón y proponiendo el partido que más les convenía, cuando han pasado los minutos se ha confirmado que el Sevilla se convertía en el dominador de los tempos. Contragolpes, discutiéndole la posesión al Barça, y finalmente haciendo daño.

Una clara ocasión de Messi para el Barça y poco más en la primera mitad. En el Sevilla, un primer aviso de Koundé que, a la segunda ya no ha perdonado. El central francés del conjunto andaluz ha abierto el marcador en el minuto 24 después de cruzarse todo el campo como si paseara por delante de la Giralda. Umtiti, retratado.

Y con el gol, el dominio ha pasado a ser del Sevilla. Las ocasiones, también. Y el Barça se ha empequeñecido, se ha refugiado en torno a su área, y rezaba para llegar al descanso sin hacerse más daño.

Koundé celebrando su gol contra el Barça / EFE

Rakitic trastoca al Barça

Pero en la segunda parte el Barça ha cambiado de cara y el Sevilla ha empezado a sufrir por primera vez en el partido. El duelo se ha roto porque los blaugrana atacaban y los andaluces han aceptado correr.

Partido movido y el Barça lo ha aprovechado. Messi con espacios ha puesto a prueba a Bono y Dembélé ha estado a punto de marcar un gol olímpico. Pero a los blaugrana les ha costado mucho llegar a tener ocasiones claras delante de la portería rival.

Un posible penalti sobre Jordi Alba que no ha sido pitado, las carreras de Dembélé y la creatividad de Messi. Ni Griezmann ni Pedri han aparecido en este partido. Y mientras tanto Koeman no hacía cambios.

Messi rematando un balón / EFE

Y después ha llegado la sentencia del Sevilla a falta de cinco minutos para el final. Rakitic ha recibido al espacio gracias a otro favor de Umtiti, que ha roto el fuera de juego (y luego ha caído al suelo), y el exblaugrana se ha plantado ante Ter Stegen y le ha batido.

Si un 1-0 en contra todavía era remontable, el 2-0 definitivo es más complicado. El Barça ha visto como esta vez no han ido a la una y se han descompuesto. Dentro de tres semanas en el Camp Nou, el Barça tendrá que volver a aferrarse al espíritu de las remontadas para llegar a la final de la Copa del Rey.

 

Imagen principal: Messi con la mano en la cara / EFE