Cada temporada la Champions League presenta nuevos clubes, desconocidos para gran parte de los aficionados, y que vienen de ligas y de países lejanos. El debutante de este año es el FC Sheriff Tiraspol, club de la República Moldava de Transnistria, país que no reconoce ningún estado.

El Sheriff jugará contra el Madrid, el Inter y el Shakthar Donetsk

En Sheriff ha quedado ubicado en el Grupo D de la Champions. El club principal de la ciudad de Tiraspol y dominador del fútbol moldavo en los últimos años, campeón de la liga moldava la pasada temporada, ha tenido que superar al Estrella Roja y al Dinamo de Zagreb en las dos fases preliminares de la máxima competición europea. Al final, ha superado todas las rondas necesarias y ha sido la gran sorpresa del sorteo que se ha hecho esta tarde en Estambul. Es el primer club de Moldavia que juega la fase de grupos de la Champions.

Dos jugadores del Sheriff, eufóricos después de eliminar al Dinamo de Zagreb / Champions League

El Sheriff jugará contra el Real Madrid, el Inter de Milán y el Shakthar Donest de Ucrania que en los próximos meses tendrán que viajar a la capital de Transnistria para jugar en el Sheriff Stadium. El club es propiedad de la corporación que tiene el mismo nombre y que es la segunda empresa mayor de la república moldava. El club fue fundado en 1997 por dos exagentes del KGB.

Y si el FC Sheriff será el primer club moldavo que jugará la fase final de la Champions League, también será el primero de la República Moldava de Transnistria. Concretamente, ninguno de los clubs que juegue contra el Sheriff disputará el duelo en el país de Transnistria, sino que lo hará en Moldavia.

Transnistria se autoproclamó independiente en 1990

Concretamente, Transnistria es un estado autoproclamado como independiente de manera unilateral en 1990, después de la disolución de la URSS, aunque no es reconocido internacionalmente ya que es considerado como un territorio dentro de Moldavia. Dos años después de su independencia afloraron las tensiones entre el gobierno moldavo y los representantes independentistas de Transnistria. Todo culminó con un conflicto armado que duró de marzo de 1992 a julio del mismo año, con autogobierno y funciones de estado de Transnistria, a pesar de no dejar de pertenecer a Moldavia.

La bandera de la República de Transnistria / CC

Y aunque internacionalmente Transnistria no es reconocida como país, funciona como tal. Constitución, sistema electoral, gobierno y parlamento dentro de una república presidencialista. También con una bandera, un himno y un escudo. Y con ejército, policía, moneda (rublo de Transnistria) y sistema postal propio.

En el 2006 la República de Transnistria celebró un referéndum de independencia que acabó con un 97% de los votos favorables. Así, la población transnistriana expresó su voluntad de desintegrarse de Moldavia y convertirse en un estado independiente para, posteriormente, pasar a forma parte de Rusia. No obstante, el referéndum no tuvo ningún tipo de reconocimiento internacional.

Es habitual ver símbolos soviéticos

El único apoyo externo que tienen es de los rusos, y sólo hay que pasearse por las calles de Tiraspol, la ciudad del Sheriff y la capital de Transnistria para entender el motivo. Es habitual ver símbolos de la Unión Soviética, reflejando la nostalgia comunista de la región. De hecho, en su bandera aparece la hoz y el martillo.

Un monumento de Lenin, en la ciudad de Tiraspol / Andrew Milligan

La República Moldava de Transnistria no es reconocida por ningún estado, pero sí que es reconocida por tres estados no miembros de la Organización de las Naciones Unidas. La región moldava, situada al margen del río Dniéster, entre Moldavia y Ucrania, es reconocida por Abjasia, Osetia del Sur y Artsaj, tres estados que tampoco son miembros de la ONU.

El Sheriff domina con mano de hierro el fútbol moldavo

A pesar de ser un club de reciente creación. fundado el 1997, el dominio que ha ejercido sobre el fútbol de Moldavia ha sido absoluto. Aquella misma temporada alcanzó el ascenso a la máxima categoría y sólo un año más tarde ya habían ganado su primer título doméstico. Un hito que repitieron a lo largo de toda la década, ganando todas las ligas disputadas entre 2001 y 2010.

A pesar de no ganarla en el 2011, volvieron a alcanzar el título el año 2012 y, hasta día de hoy, sólo se les ha escapado la liga moldava en el 2015. Es decir, en las últimas 21 temporadas, todas las del siglo XXI, han ganado 19 ligas. Además, hay que sumar diez copas y siete supercopas. Pero su título más importante es haberse clasificado para esta fase final de la Liga de Campeones.

Un equipo de 18 nacionalidades

El gran componente identitario del Sheriff no se ve tan representado en su plantilla. Sólo seis de los futbolistas nacieron en Moldavia, tres de ellos tienen doble nacionalidad, ya qué también son rusos. Para el resto, existe una mezcla enorme de países, hasta dieciocho diferentes.

Aparte de estos futbolistas nacionales, también hay dos de Grecia, dos más de Colombia, cuatro de Brasil o las curiosas representaciones de futbolistas de Níger, Luxemburgo, Trinidad y Tobago o Malawi, que conforman una plantilla muy variada.

El peruano Dulanto y el colombiano Castañeda, celebrando la clasificación / EFE

Pero todas estas nacionalidades, con sus correspondientes diferencias idiomáticas, no han sido un escollo para alcanzar el impensable hito de visitar el Santiago Bernabéu o el Giuseppe Meazza en un partido de la Liga de Campeones.

 

Imagen principal: los jugadores del Sheriff celebran la clasificación para la fase final de la Champions / EFE