Gareth Bale ya fue protagonista hace unos días, cuando el Real Madrid conquistó La Liga Santander. Porque no estuvo en la convocatoria para medirse al Espanyol, y no solo eso, sino que ni siquiera se presentó al partido, y no lo vio desde la grada. Tampoco hizo acto de presencia en las posteriores celebraciones, y se excusó de esto afirmando que arrastraba unas molestias en la espalda, que le impedían moverse de casa. Una cosa que muy poca gente, por no decir nadie, se cree.
Sin embargo, ya no importa, pues están acostumbrados a los escándalos extradeportivos que protagoniza prácticamente cada semana. En el Santiago Bernabéu es considerado una ‘persona non grata’, y cuentan los días que quedan para que se marche cuanto antes. Afortunadamente, eso sucederá en junio, momento en el que su contrato expira, y no será renovado. Se marchará por la puerta trasera… y todavía tiene tiempo para hacer una de las suyas.
Ante el Manchester City, nuevamente, dio de que hablar, pues si alguien confiaba en poder verle en la grada, se equivocó mucho. Por segunda vez en menos de una semana, ‘el Expreso de Cardiff’ volvió a brillar por su ausencia, y no apareció, pues parece que sigue sin recuperarse de sus molestias lumbares. Y por las redes sociales tampoco se mostró demasiado eufórico, pues solamente publicó una historia en Instagram, en la que compartió una publicación de la cuenta oficial del cuadro blanco.
Carlo Ancelotti no puede ocultar la terrible decepción que tiene con Bale, y ahora entiende las advertencias que le lanzó Florentino Pérez en el momento de su aterrizaje. Y es que el italiano se puso como objetivo recuperar la mejor versión del ex del Southampton y del Tottenham Hotspur, pero el presidente le recomendó que ni siquiera lo intentara. Aún y así, le dio oportunidades, y disfrutó de minutos durante las primeras semanas del curso.
Fue pieza clave en la primera etapa de ‘Carletto’, y confiaba en que pudiera volver a serlo, pero la realidad es que el futbolista de 32 años ya tiene la cabeza en otro lugar. Quizás, en su retirada, para jugar al golf siempre que quiera… aunque no se descarta un regreso a la Premier League, o una última aventura en un destino exótico, como puede serlo la Major League Soccer de Estados Unidos.
Ancelotti tenía un pacto con Bale
Lo que más ha molestado a Ancelotti es el hecho de que tuviera un pacto con Bale, para conseguir lavar su imagen antes de hacer las maletas. Le había prometido que disputaría los últimos duelos, que son totalmente intrascendentes, aunque siempre que jugaran en condición de visitante, nunca como local, para protegerle de los silbidos.
No obstante, el ‘18’ se ha ‘borrado’, y no quiere volver a ponerse la camiseta del Madrid.