La ausencia de público en los partidos de fútbol ha provocado que se escuche todo lo que dicen los protagonistas, desde los gritos de ánimo a las broncas de los entrenadores. Lo que no se había visto, ni oído, hasta ahora fue lo que sucedió durante el Real Madrid-Levante del pasado sábado. En la grada del Di Stéfano estaban, como es habitual, los jugadores que no podían jugar al estar de baja, Sergio Ramos, Lucas Vázquez, Carvajal y Rodrygo, al que después se les unió Militao, tras su expulsión.
Con los ánimos a flor de piel por el enésimo ridículo del Real Madrid, dichos jugadores empezaron a increpar al árbitro, el catalán David Medié Jiménez, a ver si presionando lograban que el colegiado barriera para casa. El momento culminante, a oídos de todo el mundo, fue la acción en la que Vinicius cometió el penalti sobre Clerc. “¡Que ha sido fuera! Vete a mirarlo tú, que ha sido fuera, ¡vaya tela!”, gritaron los jugadores del Madrid, convertidos en meros aficionados.
El Real Madrid se queja del arbitraje
Acabado el partido, y también como se ha convertido en algo habitual en el Real Madrid, el "no hablamos de los árbitros" de Emilio Butragueño, director de las relaciones institucionales del Real Madrid, se convirtió en una queja sin tapujos. "El árbitro pita fuera y desde el VAR le comunican algo diferente y pita penalti. Los jugadores le solicitan que vaya a ver la jugada porque hay una toma que entendemos que el contacto es fuera del área", se lamentó Butragueño.
El exdelantero del Real Madrid también se quejó de la expulsión de Militao. "Si analizamos la jugada, el control que realiza el delantero no le lleva hacia la portería, le sale hacia la izquierda y se aproximaba Odriozola. Según el reglamento tiene que ser una ocasión manifiesta de gol. Lo habría sido en caso de ir hacia portería, pero al ser hacia la izquierda tengo dudas. Con amarilla era suficiente".