Complicado de defender el arbitraje español porque cada vez que hay una jornada de Liga o de Copa del Rey se acumulan las polémicas. Algunas veces benefician a algunos equipos y perjudican a otros, y viceversa, pero las quejas pueden ir repartidas. Si en los últimos días el Real Madrid se ha querido situar en el papel de víctima, ahora es el Barça quien podría hacer lo mismo, ya que contra el Valencia, a pesar de golear a placer, también ha comprobado la falta de rigor y de profesionalidad arbitral.
El Barça también se desconcierta por el arbitraje
El Barça ganaba por 0-1 gracias al primero de los goles de Ferran Torres, y en el minuto 9 ha llegado el momento de una entrada casi criminal de Hugo Guillamón sobre Pedri González. Patada a destiempo y con los tacos por delante que han chocado con el tobillo izquierdo del futbolista canario.
Por suerte, el jugador del Barça estaba levantando el pie y estaba en movimiento, y la durísima entrada no ha ido a más. Si Pedri hubiera tenido el pie apoyado en el suelo seguro que hubiera tenido una complicada lesión en el tobillo.
Pero lo más sorprendente de todo es que ni el árbitro principal, Miguel Ángel Ortiz Arias, ni el VAR, Valentín Pizarro Gómez, han sabido ver que era una tarjeta roja de libro. Y es que tampoco han visto la tarjeta amarilla. Se ha detenido el juego, han esperado que Pedri se levantara medio cojeando, y después se ha reanudado el juego. Cara de incredulidad de los culés porque ni árbitro principal, ni sobre todo el del VAR, han considerado que la falta era merecedora de una expulsión.
Y, de regalo, Umar Sadiq, justo antes del descanso, también ha hecho otra entrada peligrosa sobre Pedri que ha acabado con tarjeta amarilla. Pisotón en el tobillo que ha sido el origen con una disputa sobre el césped. Una falta que era de naranja... y que podría haber sido perfectamente roja.
El Real Madrid se queja y el Barça mira adelante
Precisamente, estas entradas peligrosas con los tacos por delante y sin expulsiones llegan unos días después de la gran polémica por la dura falta de Carlos Romero a Kylian Mbappé en el partido Espanyol-Real Madrid. El madridismo todavía reclama a día de hoy aquella roja, los árbitros se defienden y creen que han aprendido, pero queda claro que no es así. Entradas similares y que no han tenido la sanción máxima.
Pero lo que también sabe todo el mundo es que el Barça de Hansi Flick no es de quejarse. El entrenador alemán, un señor en la sala de prensa, no pone más leña al fuego y mirará al próximo partido, que ya será el domingo en la Liga ante el Sevilla.