Hace unos días salía a la luz una noticia que dejó a todos sorprendidos. Y es que el Barça se había reunido con el Valencia para negociar el fichaje de Carlos Soler, uno de los objetivos que Joan Laporta se había marcado para reforzar la plantilla. Aprovechando que su vínculo expira en 2023, y no parece tener intención de renovar, el presidente esperaba poder llevárselo a un precio muy asumible. Pero la cantidad que piden es de 35 millones de euros.
Una cifra mucho más elevada de la que los azulgranas pretendían pagar, pues no tenían intención de pasar de los 20 ‘kilos’. Y eso ha llevado a replantearse su posible incorporación, pues tampoco es un jugador especialmente necesario. En la posición de centrocampista tienen efectivos más que de sobra, y a ellos hay que sumarle a Franck Kessié, que sí está totalmente cerrado. Además, el internacional español lo tendría complicado para ser un fijo en las alineaciones de Xavi Hernández.
Así que desde el Camp Nou están valorando detenidamente sus opciones. El internacional español gusta por su polivalencia, que le permite actuar como interior, extremo o mediapunta, pero no están dispuestos a pagar tanto. La situación económica no permite hacer grandes desembolsos, y es el principal motivo por el cual han comenzado a estudiar alternativas. De manera que ahora mismo el acuerdo está muy lejos.
Un duro golpe de realidad para Soler, que quiere abandonar Mestalla en las próximas semanas, para iniciar una aventura en otro club más ambicioso, con el que pueda ganar títulos y disputar la Champions League. Por suerte para él, tiene varios admiradores, y en un principio no debería de tardar mucho tiempo en poder encontrar otro comprador, pues su agente habría recibido ofertas desde la Premier League o la Serie A.
Sin embargo, su prioridad es seguir en La Liga Santander, y prefiere quedarse en España. Eso ha hecho que el Atlético de Madrid se convierta, en estos momentos, en el gran favorito para reclutarle.
Diego Pablo Simeone pide que aprovechen las dudas del Barça
A nadie se le escapa que Diego Pablo Simeone es un gran fan de Soler, y cree que sus cualidades encajan perfectamente en sus sistemas. Así que exige a Enrique Cerezo que inicie las conversaciones para cerrar su contratación pronto, y se adelanten al Barça. Porque los ‘colchoneros’ no parecen tener ningún tipo de problema en pagar la cantidad que pide el Valencia.
El centrocampista nacido en el año 1997 podría convertirse en el sustituto de Rodrigo de Paul, que aterrizó con grandes expectativas, y que ha sido una enorme decepción. No ha acabado de encajar como se esperaba, y por eso puede irse 12 meses después de llegar.
Suena para el Inter de Milán y la Juventus de Turín.