Bernardo Silva no era el único fichaje estelar que tenía pensado llevar a cabo el Barça durante este verano. El club blaugrana tenía en mente la llegada de otro portugués ilustre, también representado por Jorge Mendes. Se trataba de Joao Félix, que tras tres temporadas en el Atlético de Madrid sigue sin acabar de despegar como se esperaba. El exjugador del Benfica no acaba de ser indiscutible para Diego Pablo Simeone, que no lo considerará un líder hasta que no trabaje en defensa como el entrenador le pide.
Es por ello que durante la pasada primavera, Jorge Mendes planteó su fichaje al Barça, con la opción, además, de incluir en la operación a Griezmann. Joan Laporta acogió la idea con entusiasmo, pues Joao Félix es un futbolista diferente muy del agrado de Xavi Hernández, que en aquel momento reclama fichajes de nivel.
Simeone evitó la venta de Joao Félix
El siguiente paso fue ponerse en contacto con el Atlético de Madrid, donde existe disparidad de opiniones respecto a Joao Félix. Nadie duda de la calidad del portugués, pero sí que hay debate sobre su capacidad para ser la gran estrella del equipo. Después de pagar 127 millones de euros por él, se esperaba más, a lo que hay que añadir que el jugador ya ha cumplido los 22 años, por lo que iría tocando ya que el jugador diera un paso al frente. Si algún club se acercara a los 100 millones de euros, la operación debería, al menos, considerarse, pues con ese dinero se podría reforzar la plantilla con 2-3 estrellas de primer nivel.
Todo cambió cuando la operación llegó a oídos de Simeone, que se negó a perder a Joao Félix, el jugador de más calidad de su plantilla. El argentino está trabajando en la mejora del futbolista, pero no duda sobre la capacidad para ser uno de los mejores del planeta. Simeone declaró al futbolista como intransferible, lo que rompió cualquier opción de traspaso.
Bernardo Silva, tampoco
Caída la opción de Joao Félix, el Barça intensificó su interés en Raphinha y añadió a la ecuación el nombre de Bernardo Silva, que lleva tiempo queriendo aterrizar en el Camp Nou. El Manchester City no se quería desprender del portugués, pero tampoco lo iba a retener, por lo que no vería mal venderlo por una cantidad interesante de dinero. La operación parecía ir bien encaminada, pero para llevarla a cabo el Barça necesitaba reducir la masa salarial.
El Barça tuvo abierta la vía Bernardo Silva hasta el último día de mercado, pero la negativa de Frenkie de Jong a salir vendido al Manchester United y al Chelsea y la de Jordi Alba a irse cedido al Inter de Milán imposibilitó el gran fichaje que deseaba Xavi Hernández para cerrar la plantilla. El entrenador de Terrassa y el centrocampista portugués deberán esperar un año más.