En el verano del 2017, las relaciones institucionales entre el Sevilla y el Atlético de Madrid estuvieron a punto de romperse. Y todo por un fichaje, el de Vitolo, que en aquellos momentos era uno de los mejores jugadores de la Liga española. El extremo canario acaba de firmar una temporada espectacular con el Sevilla, lo que provocó que el Atlético de Madrid fuera con todo a por él. El club andaluz, que lo consideraba una pieza clave de su proyecto, se negó a negociar su traspaso, lo que terminó con el Atlético de Madrid pagando la cláusula de rescisión de Vitolo, de 40 millones de euros, un movimiento que fue considerado como una gran traición por parte del Sevilla y del sevillismo.
Para rematarlo, Vitolo jugó cedido hasta enero en el Las Palmas, su club de formación, ya que el Atlético de Madrid no lo podía inscribir hasta ese momento, por una sanción impuesta por la FIFA. "Pido disculpas al Sevilla, a su presidente y a su afición por lo ocurrido en este proceso. Se pudo hacer mejor y por eso hoy me siento satisfecho de que todo esto acabe bien", declararía el jugador 3 años después, cuando pudo limar asperezas con el club que lo había llevado al estrellato.
De estrella al olvido
Vitolo, sin embargo, nunca logró alcanzar en el Atlético de Madrid el nivel que había mostrado en el Sevilla. Jugó buenos partidos concretos, pero nunca tuvo la continuidad a las órdenes de un Simeone que le pedía un mayor compromiso con el juego sin balón. Las intermitencias en su fútbol lo convirtieron en un suplente habitual, en un jugador de segundas partes, hasta el punto de que en el 2021, y después de una temporada en la que solo había jugado 15 partidos, Vitolo se fue cedido al Getafe.
En el Coliseum, sin embargo, Vitolo no levantó cabeza, sufriendo muchos problemas físicos y un rendimiento muy irregular, por lo que al terminar la temporada tuvo que regresar al Atlético de Madrid, que lo volvió a ceder, al Las Palmas, su club de formación. Y fue ahí donde Vitolo estuvo a punto de colgar las botas, harto de acumular lesiones. "Pues sí, una de las noches que jugué suplente y me lesioné a los dos minutos de entrar al campo. Esa noche fue de las más duras de mi vida. Lo recuerdo perfectamente. Estuve llorando junto a mi mujer en la cama. Y le dije: ‘No aguanto más’. Ella me respondía que no, que luchase. Que no me entregase. Le debo tanto, le doy las gracias por todo", afirmó el jugador en una entrevista a La Provincia Diario de Las Palmas.
Un último tren para Vitolo
Y es que Vitolo no había sufrido una lesión cualquiera. El jugador se rompió los ligamentos de la rodilla, lo que ponía el punto y final a su tercera etapa en Las Palmas. Al acabar la temporada, pues, al jugador no le quedó más remedio que volver al Atlético de Madrid, que fue incapaz de ceder a un jugador lesionado. Vitolo, pues, sigue a las órdenes de Simeone, que no cuenta con él y que ha dado órdenes al club colchonero de que le busque una salida al extremo en el próximo mercado de invierno.
Vitolo ya sabe que no va a jugar ni un minuto más con la camiseta del Atlético de Madrid, por lo que deberá buscarse una salida si quiere seguir jugando a fútbol. A pesar de las dudas, no piensa retirarse antes de poder volver a jugar a fútbol. En segunda división tiene cartel, por lo que lo más probable es que acabe encontrando un destino interesante en el que poder demostrar todo el fútbol que lleva dentro y que un día provocó que el Atlético de Madrid pusiera 40 millones de euros encima de la mesa para hacerse con sus servicios.