La meteórica carrera de Mike Tyson, uno de los boxeadores más controvertidos de la historia, cambió para siempre el 11 de febrero de 1990. Aquella velada, en Tokio y tras 37 victorias consecutivas y dos títulos mundiales de los pesos pesados, Iron Mike cayó noqueado contra James Douglas en el 10º asalto. Era la certificación de que Tyson era un humano más. Ya entonces sus problemas fuera de los rings eran notorios, pero a partir de aquel momento todo iría a peor.

El inicio de sus problemas con las adicciones

En una vida marcada por las adicciones, los motivos por los cuales el hombre invencible se deshizo contra Buster Douglas cuando las apuestas estaban 42-1 a su favor siempre han formado parte de la rumorología.

Ya por entonces tenía serios problemas de convivencia con la que era su mujer y con su suegra, que despotricaban de Tyson en los medios de tinte amarillo, y se hablaba a todas horas de la agitada vida nocturna del boxeador, entonces auténtica figura mundial. Tyson, además, dejó de entrenar de forma regular, hasta el punto de perder la forma y de engordarse notablemente.

Mike Tyson Roy Jones Jr EFE

Mike Tyson, durante su combate contra Roy Jones Jr. / EFE

Ahora, 21 años después de una derrota que parecía inexplicable, Mike Tyson ha dado su versión de por qué Buster Douglas logró noquearle en 10 asaltos. “No quería pelear. Todo lo que me interesaba entonces era salir de fiesta y tener sexo con mujeres. Ni siquiera vi sus peleas en vídeo”, afirma el boxeador en su autobiografía.

Una jornada previa de sexo desenfrenado

"En Japón tenía sexo con las sirvientas y veía a una joven japonesa con la que había tenido relaciones cuando había estado en el país. Cuando mi esposa salía de compras, yo bajaba a la parte trasera del hotel, donde estaba su habitación. Así entrenaba para el combate”, confiesa Mike Tyson.

De hecho, para Tyson aquella dura derrota se debió a su exceso de confianza que le llevó a tener una jornada de sexo desenfrenado en la previa del combate en lugar de ir al ring a entrenar. “El día anterior estuve con dos sirvientas a la vez. Y luego con dos chicas más". Unas horas después, el hombre que parecía invencible besó la lona por primera vez. Ya nada sería igual.

 

Imagen principal: Mike Tyson, en una aparición pública reciente / EFE