El Girona se quita el mal sabor de boca de la eliminación de la Copa del Rey con una nueva victoria que le mantiene líder de la Liga. Un solitario gol de Portu en el minuto 20 es suficiente para superar a un Celta de Vigo que bajó los brazos muy rápido después de rozar el empate antes del descanso. 

Los de Míchel Sánchez llegaban a Balaídos con el objetivo de volver a sumar tres puntos fuera de casa, después de no hacerlo desde el derbi contra el Barça, y seguir la estela del Real Madrid. El técnico madrileño apostaba por el mismo once que goleó al Sevilla, salvo por la vuelta de Aleix Garcia, en el lugar de Iván Martín, y la entrada de Arnau Martínez por el lesionado Juanpe.

Portu celebra su gol contra el Celta / Foto: @GironaFC

El gol de Portu no desanima al Celta

El Girona no quiso tardar en imponer su plan de juego. Tras diez minutos de control, dos cabezazos de Artem Dovbyk, en sus primeras apariciones en el partido, obligaban al portero local a estirarse para arrebatarle la posibilidad de situarse como máximo goleador de LaLiga. El Celta intentaba presionar arriba y salir rápido al ataque, pero el dominio blanquirrojo no les daba prácticamente margen para crear. Hasta que en el minuto 18, un tiro de Óscar Mingueza estuvo cerca de adelantar a los locales. La afición comenzó a creer en su equipo, pero Portu se encargó en la siguiente jugada de silenciar al público con un gol lleno de sutileza en el control y el remate.

Los de Rafa Benítez, lejos de desanimarse, intentaron mantener más el balón con el objetivo de amenazar la portería rival. Un cabezazo de Strand Larsen que rechazaron entre Paulo Gazzaniga y el palo reanimó a los locales y asustó al Girona, al que le costó más salir al ataque. El físico y la altura de los delanteros celestes se imponía a una defensa que resistía como podía. A pesar de las dudas, el marcador se iría con el 0-1 al descanso, aunque Douvikas tuvo una oportunidad inmejorable para poner el empate a cinco minutos del descanso. El griego tuvo un mano a mano muy claro, después de aprovechar una pérdida imperdonable de Arnau, que mandó de manera inocente a las manos del guardameta.

Dovbyk rematando en una de las primeras ocasiones del partido / Foto: EFE - Salvador Sas

El Girona mantiene la ventaja sin esfuerzo

Con el inicio del segundo tiempo, los gironins volvieron a recuperar el control, sin crear excesivo peligro. El partido bajaba sus pulsaciones, y ninguno de los dos equipos era capaz de llegar al área contraria con opciones de crear peligro. Un escenario que favorecía al Girona, pero que con una ventaja tan corta podía suponer un riesgo.

Los minutos pasaban, y el ritmo de ocasiones que ofrecieron ambos equipos en la primera parte no tenía nada que ver con la lentitud de la que se impregnaron los segundos 45 minutos. Benítez introducía los primeros cambios para buscar el empate, bajo los gritos de "Benítez vete ya" de un público que no estaba contento con la poca intensidad que mostraba su equipo. La mayor muestra de peligro estuvo en un chute de Ristic en el último minuto que Gazzaniga despejó sin mucho peligro. En cualquier caso, el Girona celebra una nueva victoria que vale igual que las espectaculares goleadas que ha ofrecido este año.