La Volta a Catalunya ha dado por inaugurada hoy su edición número 101 con dos nombres propios. Primero de todo, el australiano Michael Matthews, que ha sido el primero en cruzar la línea de meta en Sant Feliu de Guíxols después de los 171km que ha durado la primera etapa.
Sonny Corbelli se ha desplomado después de la etapa
Y el segundo nombre propio ha sido el de Sonny Corbelli. El italiano ha perseguido a Matthews hasta el final, pero al sprint no ha podido y ha acabado segundo, cuatro segundos por detrás del oceánico. No obstante, lamentablemente, el ciclista del equipo Bahrain Victorious ha dado un gran susto al desplomarse y perder el conocimiento pocos minutos después de acabar la etapa.
Los servicios médicos de la organización han acudido rápido hacia su posición para practicarle un masaje cardiaco con el fin de reanimarlo. Lo han conseguido y, una vez ha recuperado el conocimiento, ha sido trasladado al Hospital Universitario de Girona, según explica el comunicado de su equipo, que agradecen la rápida intervención médica para salvarle la vida.
El ciclista, de 31 años, llegaba a la Volta arrastrando una fuerte bronquitis, y por este motivo, precisamente, se dio de baja de la Clásica de la Milán-Sanremo que se disputó el pasado sábado. También decidió no participar en la París-Niza, una semana antes que la prueba italiana.
La Volta seguirá sin el ganador de la Paris-Roubaix
Colbrelli y su equipo decidieron que estaba preparado para competir en la Volta a Catalunya, pero su corazón ha dicho basta. A pesar de haber podido estabilizarlo, en el hospital se le someterá a pruebas para determinar el alcance de sus problemas cardíacos, que podrían poner en riesgo su carrera.
Sin Colbrelli, la Volta vivirá mañana su segunda etapa, con comienzo en l'Escala y final de etapa en Perpinyà, en la Catalunya Norte, en una etapa plana de 202,5 km que seguro que tendrá un recuerdo para el italiano. Deportivamente, es una pérdida importante porque durante el final de la temporada pasada demostró todo su nivel con victorias de tanto caché como la París-Roubaix.
A buen seguro que le será difícil no poder competir en estos días, pero ahora Colbrelli tiene una montaña mucho más importante que escalar para poder estar bien de salud y hacer que lo vivido el día 21 de marzo en el Baix Empordà sea sólo una pesadilla que recordar con los años.