Lo que hemos vivido en el primer partido del grupo C del Mundial de Qatar es uno de los hitos históricos que se recordarán a lo largo de los próximos años. La selección de Arabia Saudí ha sido capaz de remontar un gol tempranero de Leo Messi con dos tantos casi consecutivos tras el descanso y conseguir la primera victoria de su selección contra un equipo sudamericano en una cita mundialista. Un resultado que ha sido celebrado por todo lo alto en las calles de un país que ha presenciado la victoria más importante de la historia de su selección. Es por este motivo que, Salman bin Abdelaziz, el rey de Arabia Saudí ha decretado que este miércoles será festivo en todo el país con motivo de "la victoria de la selección saudí contra la selección argentina en la Copa del Mundo".
El sueño de Hervé Renard continua vivo
Ahora bien, quien ha acaparado todos los focos de la prensa internacional ha sido la frustración de la Argentina de Leo Messi. Porque en el mundo del fútbol, cuando se da un resultado de este estilo, se suele poner más el ojo en la selección derrotada que en la que ha realmente ha protagonizado la gesta de la victoria, y, curiosamente, estas útlimas suelen tener detrás historias que van mucho más allá del deporte. Es el caso, como no, de la selección de Arabia Saudí, liderada por Hervé Renard, un entrenador que con el triunfo de hoy sueña con volver a hacer historia y llevar a los Halcones Verdes a los octavos de final de un Mundial 22 años después, teniendo un rol protagonista. Y es que esta selección saudita lleva la sella del entrenador francés, y la victoria ante el combinado albeceleste ha sido una nueva muestra de lo bien trabajados que están sus equipos. Con una zaga que ha brillado tanto exhibiendo una línia defensiva alta durante los primeros 75 minutos, como replegando cerca de un Mohammed Al Owais, que en el tramo final del encuentro ha sido el héroe de los hijos del desierto con varias paradas que lo han llevado a adjudicarse el premio de mejor jugador del partido.
Pero pese a dotar a sus equipos siempre de una solidez defensiva admirable, Hervé Renard no tiene un pasado de un entrenador de máximo nivel convencional. Porque el actual entrenador francés no fue un futbolista de presitigio - tan solo pudo llegar a jugar un partido en la Primera División Francesa -. Por este motivo, tras colgar las botas, tuvo que alternar trabajos de electricista con su faceta de entrenador amateur en el Sporting Club de Draguignan, un equipo de la sexta división francesa. Como técnico, fue escalando de nivel hasta poder ser el ayudante de Le Roy, una leyenda del fútbol francés. Con él, empezó su andadura en el fútbol profesional con selecciones como la China o la Ghanesa. Ahí, se dió conocer por el continente africano y consiguió llevar a Ghana y Costa de Marfíl a ser campeón de la Copa de África, convirtiéndose en el primer entrenador en ser capaz de ganar dicho campeonato con dos selecciones diferentes; y dirigiendo a la selección marroquí en el Mundial de 2018. Sin embargo, cuando su historia parecía ya estar relacionado con el continente negro, una oferta estratosférica de la federación de la Arabia Saudí le hizo replantearse su futuro. Y él tuvo sus dudas, pero, finalmente, decidió aceptar el reto de dirigir a los Halcones Verdes en el Mundial de sus vecinos. Eso sí, lo hizo con una condición, la de tener máximo poder para tomar decisiones, punto que parece haber sido respetado por todos los integrantes de una selección que ha escrito la página más dorada de la historia de su fútbol.
Estados Unidos 94' como espejo
Antes del partido contra Argentina, la selección de Arabia Saudí solo había sido capaz de ganar tres de los 16 partidos que había jugado anteriormente en la Copa del Mundo: 2-1 a Marruecos y 1-0 a Bélgica en Estados Unidos 94;' y 2-1 a Egipto en Rusia 2018. Así, la victoria de hoy ante Argentina cobra una dimensión mayor, ya que es el triunfo contra el rival de mayor prestigio que ha conseguido hasta ahora. Además, el resultado invita al optimismo de cara a poder,volver a superar la primera fase del Mundial como en Estados Unidos 94 cuando acabaron segundos, solo por detrás de los Países Bajos de Dennis Bergkamp.
Ahora, tendremos que estar muy atentos a la andadura de una selección que nos ha regalado de una de las historias más bonitas de los últimos mundiales. Una selección que llegaba a Qatar con el cartel de cenicienta, pero que ha acabado amargando el estreno del último Mundial de Leo Messi y regalando a sus compatriotas un día festivo extra.