Decía Míchel que el Girona podía ganar todos los partidos que quedan de Liga para clasificarse a la Champions League. Desde luego, no aguantarán los aficionados blanquirrojos vivos si todas las victorias tienen que ser como hoy. Christian Stuani ha resucitado en este Domingo de Resurrección a un Girona que parecía condenado al empate. Los goles de Willian José, favorecido por los errores de David López, parecían aguar la fiesta de un Artem Dovbyk que se reencontraba con el gol después de no marcar desde el mes de enero.
Míchel volvía a situar una defensa de tres centrales con el retorno de David López en el lugar de Juanpe y de Miguel Gutiérrez en el carril derecho, esperando compensar el desequilibrio que faltaría sin Savinho, tras ver la quinta amarilla contra el Getafe. En ataque, Tsygankov volvía, después de las molestias que sufrió en la anterior jornada, en detrimento de Pablo Torre. Con un once sin grandes novedades, el Girona quería reencontrarse con la victoria.
Dovbyk desencalla el partido
La lluvia, presente desde antes del inicio, debió de cohibir a los dos equipos. Acostumbrados ambos a mostrar un juego ofensivo y con unas defensas a las que no les importa conceder gol, ninguno estaba logrando imponer su juego en una primera parte muy discreta. Solo Ayoze, con un tiro muy desviado, estuvo cerca de amenazar la portería rival. Hasta que Dovbyk forzó un inocente penalti de Chadi Riad, quien desvió el remate del ucraniano con la mano, como pudo ver Gil Manzano después de la revisión en el VAR. El propio Dovbyk, como ya hizo en el Benito Villamarín en la primera vuelta, se encargó de ejecutar la pena máxima y abrir la lata.
El gol sirvió para desatascar el partido, y en los siguientes minutos ambos equipos generaron más peligro que en toda la media hora anterior, con algunas llegadas peligrosas de Miguel Gutiérrez y un espectacular Isco deshaciéndose de sus rivales. Parecía que el Girona se iría con ventaja al descanso, hasta que David López regaló un balón a Willian José que, con Gazzaniga alejado de su portería, lograría el empate para los béticos.
Stuani vuelve a salvar al Girona
La segunda parte empezó con mucho más ritmo que el que tuvo la primera, con constantes idas y venidas de los dos equipos, aunque poco a poco se fue apagando ante las pocas salidas al ataque del Betis. Los locales fueron ganando el control de la pelota, sin lograr crear ningún peligro. Pero, como ya pasó en la primera parte, el Girona acabó encontrando el gol cuando menos se intuía. Portu, quien ya fue el autor del centro que acabó en el penalti del primer gol, asistió a Dovbyk para que este no fallase en el mano a mano ante Rui Silva y volviese a adelantar a los suyos pasada la hora de juego.
Al Betis no le quedó más remedio que aumentar su presencia en ataque, y necesitó solo 10 minutos para volver a poner el empate con la colaboración, otra vez, de David López. Pablo Fornals centró un balón que el central catalán no acertó a despejar con la espuela, lo que dejó a Willian José en posición franca para lograr su doblete. Montilivi empezaba a mirar la amenaza de Atlético de Madrid y Athletic Club con miedo, hasta que Stuani volvió a ponerse la capa de héroe para lograr una victoria que da un soplo de aire fresco a su equipo antes de la decisiva visita al Cívitas Metropolitano.