Suiza e Italia han dado el pistoletazo de salida de los octavos de final de la Eurocopa esta tarde en Berlín. La selección suiza se impuso con autoridad a la vigente campeona con goles de Remo Freuler y Ruben Vargas y ya está en cuartos de final. Italia, que se clasificó con más pena que gloria en la fase de grupos, fue superada en todo momento por la selección helvética y quedó eliminada de la Eurocopa.
Monopolio suizo de principio a fin en la primera parte
Como es habitual a estas alturas de un torneo como la Eurocopa, el partido empezó falto de ritmo y con muy pocas ocasiones. Desde el primer minuto, Suiza se hizo con el dominio del balón ante una Italia que salió a defenderse y verlas venir. Ambas selecciones estaban cómodas con ese plan de partido, Suiza controlando y queriéndole meter ritmo al encuentro e Italia aguantando atrás e interrumpiendo el juego a base de faltas. El primer acto tuvo un dominador claro. Suiza manejó los tempos y decidió a lo que se jugaba en todo momento por medio de su capitán Granit Xhaka. Así llegó la primera ocasión del partido en el minuto 11, cuando Ndoye remató tímidamente un pase en largo de Xhaka.
El monopolio suizo no se vio reflejado en el número de ocasiones. La selección helvética estuvo muy bien en la presión y en el control de balón, pero errática en el último pase y con poca claridad en el último tercio del campo. Embolo gozó de una ocasión clarísima para adelantar a los suyos. El delantero del Mónaco aprovechó un gran pase de Aebischer y un error de la defensa italiana para quedarse solo ante Donnarumma, pero el portero del PSG le negó el gol. Por momentos, Italia parecía ganar protagonismo sobre el césped y por medio de Chiesa, la tuvo en el minuto 26. El extremo de la Juventus protagonizó una gran jugada individual por la banda izquierda, pero su disparo lo desvío a córner Akanji. Fue la primera y la única ocasión de la selección italiana en los primeros 45 minutos. Se trató de un espejismo, ya que fue sometida por Suiza durante toda la primera parte.
En el minuto 37, la superioridad suiza se vio reflejada en el marcador. Después de una gran jugada colectiva, Embolo se llevó a la defensa y Freuler aprovechó el espacio para entrar desde segunda línea, recibir un gran pase de Vargas y adelantar a Suiza con un remate en semi volea. Donnarumma la llegó a tocar con el pie, pero no consiguió evitar el gol.
Tras el gol, Italia se vio obligada a cambiar de plan y, esta vez sí, ganó protagonismo sobre el verde y equiparó el dominio suizo, aunque la única ocasión que hubo en los instantes finales de la primera parte fue para la selección de Murat Yakin. En el 45, entre Donnarumma y el palo evitaron el gol de Rieder tras un gran disparo de falta del medio suizo.
Golazo de Vargas nada más volver de vestuarios
Tras el paso por vestuarios, Zaccagni, el héroe italiano hace unos días con su gol ante Croacia en el último minuto, sustituyó a El Shaarawy, pero si Italia confiaba en darle la vuelta al guion del encuentro rápido, la realidad fue otra y en el primer minuto de la segunda mitad se le puso aún más cuesta arriba el partido. Una triangulación en banda izquierda entre Ricardo Rodríguez, Xhaka y Vargas acabó con este último recibiendo dentro del área y quitando las telarañas de la portería de un Donnarumma que no pudo hacer nada más que observar cómo entraba el balón. Era el minuto 46 y la vigente campeona de la Eurocopa perdía 2-0 contra Suiza.
En el minuto 52, llegó la ocasión más clara para Italia. Fabian Schar estuvo a punto de meter en el partido a los italianos después de desviar un centro que solamente el palo evitó que el balón no se introdujera en la portería de Sommer. A la hora de partido, Luciano Spalleti movió ficha y puso a Retegui en lugar de Barella, pasando a jugar con dos delanteros. El propio Retegui probó suerte minutos más tarde con un disparo tímido desde la frontal que atrapó el guardameta suizo sin problemas. Italia se lanzó en busca del gol con más corazón que fútbol y Suiza dio un paso atrás y se dedicó a defender el resultado.
Los minutos pasaban y las ocasiones no llegaban. La tuvo Scamacca, que solo dentro del área estrelló un balón en el palo, aunque parecía estar en fuera de juego. A la desesperada, Spalleti dio entrada a Cambiaso y Pellegrini por Matteo Darmian y Cristante, pero los azzurri se toparon una y otra vez con la defensa suiza y un Akanji imperial. Suiza, que tuvo sus oportunidades a la contra para matar el partido, se adaptó a la perfección a lo que requería el partido en todo momento y no vio peligrar su clasificación para los cuartos de final de la Eurocopa.