El Barça ha llegado en el mes de enero reuniendo más dudas que certezas. Tenía que ser el año de la confirmación del proyecto de Xavi Hernández, pero después de cinco meses de competición, el conjunto blaugrana encara la primera final de la temporada rodeado de críticas, tanto por los resultados que está sembrando como por las malas sensaciones que transmite a nivel colectivo. Una situación compleja que solo puede solucionarse de una manera: encadenando triunfos. Construir a través de la victoria es mucho más sencillo que hacerlo en un ambiente pesimista. Y eso lo sabe a la perfección un Barça que afronta la final de la Supercopa de España contra el Real Madrid buscando repetir el éxito alcanzado la temporada anterior en la misma competición y contra el mismo rival.
Sembrar en enero para recoger en mayo
Hace aproximadamente un año, el Barça fue capaz de levantar la Supercopa derrotando al Real Madrid en la final con un contundente 3-1, firmando uno de los mejores partidos de la era Xavi. El juego que exhibieron los blaugrana fue excelso, y el resultado fue incluso corto. Aquella victoria, que supuso el primer título oficial de Xavi como entrenador culé, dio alas en un equipo que desde entonces mostró una cara más sólida y competitiva.
La Supercopa del 2023 fue mucho más que un título para el combinado barcelonés. Fue un soplo de aire fresco sin el cual no se entiende la Liga levantada unos meses más tarde. Un punto de infección que los hombres de Xavi Hernández intentarán repetir esta noche. Es cierto que ambos equipos llegan en puntos totalmente diferentes con respecto al año pasado, pero el conjunto catalán tiene que dar un paso adelante para ilusionar a su afición y hacerle ver que todavía queda mucha temporada para poder alcanzar éxitos. Asimismo lo ha explicado el entrenador egarense en la rueda de prensa previa a la final: "Tenemos el ejemplo de la temporada pasada, es el partido ideal que tenemos que hacer, imponernos con nuestro estilo y dominar con pelota".
Bajas capitales para los dos equipos
Ahora bien, tanto el Barça como el Real Madrid llegan a la cita con bastantes bajas. Aunque Xavi Hernández podrá contar con Pedri, que ya disputó de grandes minutos contra Osasuna, no podrá alinear ni a Raphinha (lesionado a las semifinales), ni a Gavi, Iñigo Martínez, Cancelo y Ter Stegen. Con este contexto, todo hace indicar que Xavi apostará por un medio campo formado por cuatro jugadores, tal como sucedió a la Supercopa de la temporada pasada. Por otra parte, el Real Madrid podrá contar, finalmente, con Dani Carvajal. El lateral de Leganés se ejercitó al margen del grupo en el entrenamiento que el equipo blanco realizó el pasado viernes, pero Carlo Ancelotti ha disipado dudas: "Está bien, ha necesitado más descanso porque es veterano y necesitan más tiempo, pero jugará".
Pero a pesar de poder alinear Carvajal, es evidente que el principal problema del Real Madrid para el partido de mañana, y de su temporada en general, reside en la defensa. En esta demarcación ha perdido a tres de sus hombres más decisivos. Una circunstancia que el Barça tiene que aprovechar mostrando una mayor eficacia.
El 10º Superclásico de la historia
Barça y Real Madrid se han medido en una final de la Supercopa de España en nueve ocasiones, siete en el anterior formado de competición de partido único y dos en el actual. Los blaugrana solo han podido alzar este trofeo contra su máximo rival en dos ocasiones, mientras que los blancos lo han hecho en las otras seis ocasiones.
Un enfrentamiento que acostumbraba a servir para dar el pistoletazo de salida a las temporadas, ya que se disputaba durante el mes de agosto, pero que ahora, desde que se celebra en pleno mes de enero, está ofreciendo partidos de un nivel superior. Los equipos llegan a la cita más rodados y eso se nota en el terreno de juego.
Momento para desequilibrar la balanza entre Xavi i Ancelotti
Este Superclásico supondrá el octavo enfrentamiento entre Xavi Hernández y Carlo Ancelotti. Ambos entrenadores han querido respetar a su rival en las respectivas ruedas de prensa previas al partido, demostrando que todos los Clásicos en los cuales se han enfrentado han tenido la palabra igualdad como distintivo. "No tiene mi experiencia, pero su trayectoria es muy buena. La idea de que tiene lo está ayudando, lo está haciendo muy bien", ha externalizado Ancelotti. Unas palabras que han recibido la réplica de Xavi unas horas más tarde: "Es uno de los mejores entrenadores del mundo y de la historia, ha ganado y ha dejado huella allí por donde ha pasado. Le tengo un respeto extraordinario".
Y es que todos entrenadores saben que las estadísticas en sus enfrentamientos directos marcan una paridad máxima. Ambos técnicos se han medido en ocho ocasiones, con cuatro victorias para cada lado. Además, sus equipos han anotado 14 goles cada uno en estos duelos. Por lo tanto, quien salga victorioso en la noche de hoy podrá desequilibrar una balanza que, después de la renovación de Ancelotti, está destinada a vivir más citas.