Lo que parecía una solución provisional se ha convertido en un problema inesperado para el FC Barcelona. Wojciech Szczesny, fichado el pasado octubre tras la grave lesión de Marc-André ter Stegen, ha rendido a un nivel altísimo, hasta el punto de que el club contaba con él para seguir una temporada más. Sin embargo, la renovación del polaco no está asegurada y esto podría generar un auténtico quebradero de cabeza para Deco y la dirección deportiva.
Un rendimiento que superó todas las expectativas
Cuando el Barça acudió al mercado para fichar a Szczesny, lo hizo con la urgencia de encontrar un portero fiable que pudiera sostener al equipo en la ausencia de Ter Stegen. El polaco no solo cumplió, sino que brilló, demostrando su experiencia, su templanza en momentos críticos y su capacidad para decidir partidos.
Su gran nivel ha convencido a Hansi Flick y a todo el vestuario, que ven en Szczesny no solo una garantía bajo palos, sino también una competencia sana y necesaria para un Ter Stegen que, tras la operación, necesitará tiempo para recuperar su mejor versión. Por eso, desde hace semanas, el club trabaja en una oferta de renovación por un año más, con la idea de mantener una portería de primer nivel la próxima temporada.

La duda de Szczesny que enciende las alarmas
El problema es que Szczesny aún no ha dado el sí. Aunque se siente valorado en el vestuario y agradecido al Barça por la oportunidad, el internacional polaco se está tomando su tiempo para decidir si acepta renovar o si prefiere explorar otras opciones.
Su indecisión ha encendido las alarmas en la dirección deportiva, donde ya temen que puedan quedarse sin una pieza clave para el próximo curso. Szczesny sabe que, con el regreso de Ter Stegen, su papel sería más secundario, y no está del todo convencido de renunciar a la titularidad en el tramo final de su carrera.
Deco, ante un escenario complicado
Si Szczesny finalmente decide no renovar, Deco tendrá un problema serio entre manos. La idea del club era no acudir de nuevo al mercado para reforzar la portería, priorizando otros fichajes en posiciones de campo. Sin embargo, la marcha del polaco obligaría a buscar un portero de garantías que acepte competir con Ter Stegen pero que, al mismo tiempo, tenga la calidad suficiente para rendir en partidos de máxima exigencia.

Encontrar un perfil así, en un mercado donde los porteros de primer nivel son escasos y caros, sería una tarea muy complicada, especialmente teniendo en cuenta las limitaciones económicas del Barça. Además, un nuevo fichaje en esa posición alteraría los planes de planificación deportiva para el verano.
En el club confían en que Szczesny termine aceptando la propuesta, pero son conscientes de que deben tener un plan B preparado por si el polaco decide poner fin a su etapa en Barcelona. Sea como sea, lo que parecía un asunto cerrado ha terminado por convertirse en un auténtico dolor de cabeza para Deco a las puertas de un verano que ya se anticipa movido.