El Real Madrid ha sufrido de lo lindo para transformar el gol inicial de Karim Benzema en el triunfo contra el Athletic Club (0-2) que se ha confirmado con la sentencia de Toni Kroos en las postrimerías del partido. Los blancos han resistido a la insistencia de los bilbaínos y gracias a dos acciones de puro talento han tenido bastante para ganar en una sede siempre complicada para seguir poniendo presión a un Barça que también ha hecho los deberes contra el Getafe.

Arreón inicial de los leones sin premio

Un Athletic Club-Real Madrid y en San Mamés siempre tiene una mística especial. Como dos de los únicos equipos que solo conocen la Primera División, se ha repetido año tras año, pero no por eso deja de ser emocionante. Como es habitual, los leones han empezado rugiendo, y acumulando las primeras llegadas sobre la portería de Courtois. Pero los blancos, al contrario que en todos los partidos desde el retorno después del Mundial, no han salido tan dormidos.

Thibaut Courtois ha evitado el gol de Paredes con esta parada / Foto: EFE

La intensidad de los rojiblancos era más alta, pero el primer aviso ha sido un disparo alto de Benzema, que ya empezaba a afinar puntería. La respuesta, casi instantánea, ha venido con un cabezazo del joven Paredes, que se ha encontrado con una gran respuesta del portero belga del Real Madrid. En la siguiente no ha tenido que intervenir, pero porque el latigazo de Nico Williams, después de una gran jugada, ha rozado el palo izquierdo.

El talento de Benzema decanta la balanza

Los de Carlo Ancelotti corrían el riesgo de revivir partidos anteriores donde han empezado por debajo, y han buscado alargar más las posesiones para ganar en confianza. Y ha aparecido el talento de Karim Benzema. Una pelota que caía casi con nieve por el cielo de Bilbao la ha enganchado al francés a la media vuelta y con la izquierda, imposible para Unai Simón. Una acción al alcance de muy pocos y que demuestra que aunque el vigente Balón de Oro quizás no tenga el brillantez de la temporada pasada, tiene la misma voracidad goleadora.

Karim Benzema golpea la pelota que ha significado el 0-1 / Foto: EFE

El segundo tiempo ha empezado con un ritmo muy alto y con Unai Simón frustrando el gol de Nacho Fernández para mantener vivos a los suyos. Poco después, una triangulación tan rápida como precisa entre Benzema y Fede Valverde ha acabado en pies de Asensio, que la ha cruzado en exceso y ha perdonado el gol que podría haber sido el de la sentencia.

Resistencia madridista y sentencia de Kroos

En la otra, Nico Williams ha evidenciado que todo lo que le sobra de velocidad le falta de precisión, con un tiro muy defectuoso después de un mal control. Con el paso de los minutos y la entrada en el último cuarto de hora, los vizcaínos han atacado con todo, y los blancos se han limitado a sacar agua del barco como han podido.

Nico Williams ha sido de los más activos del Athletic Club, con un par de ocasiones muy claras / Foto: EFE

Primero, han respirado con el gol bien anulado a Iñaki Williams, y después con una retahíla de còrners que no han significado el empate de milagro. Y cuando el partido estaba a punto de entrar en el tiempo añadido, Toni Kroos, que ha entrado desde el banquillo, ha silenciado a la Catedral con un tiro que ha tomado una parábola imposible para el esfuerzo de Unai. Así, el Madrid ha rentabilizado al máximo las chispas de talento para sumar una victoria que les puede dar mucha confianza, como ya lo hizo remontar hace unos días en Villarreal.