80 millones más 20 en variables. Esto es lo que pagó el Real Madrid el pasado verano para hacerse con los servicios de un Aurélien Tchouaméni que llegó al Santiago Bernabéu tras firmar una gran temporada en el AS Monaco de la Ligue 1. Una cifra muy elevada para un futbolista que, con tan solo 23 años, llegaba al conjunto blanco con la difícil tarea de hacer olvidar a Casemiro, el que ha sido una pieza clave de los triunfos conseguidos por el conjunto presidido por Florentino Pérez en la última década.
Tchouaméni, de más a menos en el Real Madrid
Y sus primeros meses en el Real Madrid fueron muy positivos. El peso de la camiseta blanca no hizo mella en el rendimiento de Tchouaméni, que se convirtió en titular indiscutible, ganándose la confianza total de Carlo Ancelotti. El técnico italiano estaba encantado con el exfutbolista del Monaco y estaba dispuesto a convertirlo en una de sus piezas fundamentales para las grandes citas para el final de temporada.
Pero estos partidos han llegado y Tchouaméni ha desaparecido de los onces de Ancelotti. Una tónica que empezó a ser habitual tras el Mundial de Qatar, cuando un bajón de rendimiento se sumó a una inoportuna lesión que le hizo perder por completo la titularidad. Además, las ausencias del galo las ha sabido aprovechar muy bien Camavinga que, actualmente, ya sea de lateral izquierdo o de mediocentro, goza de más minutos que su compatriota y compañero de selección.
Casemiro brilla en Manchester
Por otro lado, la irregularidad de Tchouaméni se contrasta con el gran rendimiento que ha ofrecido Casemiro en el Manchester United. Y es que aunque parecía que el movimiento que había firmado Florentino Pérez el pasado verano relevando a un veterano Casemiro por Tchouaméni, una de los mejores centrocampistas jóvenes que había en el mercado en ese momento, la realidad es que el resultado de este cambio no ha sido el esperado durante esta primera campaña.
Porque el rendimiento que ha ofrecido Casemiro en sus primeros meses como red han seguido un patrón opuesto a los que ha firmado Tchouaméni con la camiseta blanca. El futbolista brasileño empezó la temporada siendo suplente, sin poder adaptarse al estilo de juego que quería imponer Erik Ten Hag. Sin embargo, con el paso del tiempo el '18' red devil se ha convertido en imprescindible, hasta el punto de convertirse en uno de los líderes de un equipo que está luchando para clasificarse para la Champions League de la próxima temporada y para ganar la Europa League.