Aurelien Tchouameni será el gran protagonista del Real Madrid durante las primeras semanas de la temporada. Porque la gente está expectante por ver el rol que tendrá con Carlo Ancelotti, y su adaptación al club. Ha sido el fichaje estrella que han realizado este verano, después de pagar prácticamente 100 millones de euros por su contratación. Una apuesta muy elevada, y para muchos, también arriesgada, teniendo en cuenta su juventud.
Pero Florentino Pérez no lo dudó ni un solo instante a la hora de hacer esta inversión, ya que está completamente convencido de que puede ser un jugador muy importante para el club, tanto en el presente como en el futuro. Pocos le han visto jugar, pero los expertos señalan que es un crack con unas condiciones increíbles, y con un potencial brutal. Y si han pagado tanto dinero, se supone que es para que sea titular desde el primer instante.
Habrá que comprobar si ya está capacitado para soportar la presión que supone jugar en el Santiago Bernabéu, o si habrá que esperar un tiempo para poder ver su mejor versión. También es una incógnita saber a quien reemplazará, pues puede actuar como interior o como pivote defensivo. Es decir, que los dos grandes señalados para ceder su puesto son Toni Kroos y Casemiro, siendo este último el principal damnificado, a priori, por su llegada.
De hecho, ya se ha especulado con su posible salida, e incluso se ha filtrado que el recibimiento del brasileño a Tchouameni ha sido muy frío. Considera que es un competidor directo, y un rival para gozar de continuidad, lo que ha provocado que sienta celos y un sentimiento de envidia y animadversión. Varias fuentes cercanas al vestuario han afirmado que prácticamente ni le mira a la cara, y por supuesto, tampoco le dirige la palabra.
Una medida de presión para que el ex del AS Mónaco y del Girondins de Burdeos no se sienta cómodo en sus primeras semanas como nuevo futbolista del Madrid, y de este modo, no sea capaz de rendir a su mejor nivel.
Casemiro se niega a aceptar la suplencia
Y es que Casemiro se niega a aceptar un papel secundario, después de tantos años siendo uno de los pilares del Madrid. Ha sido fundamental en todos los éxitos que han conseguido en los últimos años, pero sabe que el futbol no tiene memoria, y además, Ancelotti no acaba de confiar plenamente en él.
Ya tiene 30 años, y no quiere pasar sus últimas temporadas siendo suplente. Así que confía en poder aprovecharse de su experiencia y su jerarquía para pasar por delante a Tchouameni.
Tendrá que ganárselo sobre el terreno de juego.