El Manchester United hizo todo lo posible para conseguir el fichaje de Frenkie de Jong el pasado verano. Llegaron a tener un acuerdo completamente cerrado con el Barça, a cambio de una cifra cercana a los 80 millones de euros, y Joan Laporta y Mateu Alemany dieron permiso a la entidad inglesa para negociar personalmente con el jugador. Lamentablemente, no lograron convencer al centrocampista de 25 años, que no quería marcharse.
Su deseo era el de continuar en el Camp Nou, y no estaba dispuesto a irse a un club cuyo proyecto le dejaba muchas dudas, y que no participa en la actual edición de la Champions League. Ni siquiera la presencia de Erik Ten Hag en el banquillo, quien fue el entrenador que mejor rendimiento le ha conseguido sacar, sirvió para que el ex del Willem II y del Ajax de Ámsterdam cambiara de opinión. Pero ahora las cosas han cambiado bastante.
El ’21’ confiaba en poder seguir siendo titular para Xavi Hernández, y tener un papel protagonista e importante. Nada más lejos de la realidad, pues las amenazas se han cumplido, y ha tenido que ver prácticamente todos los partidos como suplente, conformándose con ser un simple revulsivo y una pieza útil en las rotaciones. Esto ha hecho que su paciencia se agote, y que su relación con el entrenador catalán se enturbie mucho, hasta el punto de no soportarlo.
Si nada cambia en los próximos meses, una cosa que parece muy poco probable, de Jong dejará el Barça cuando acabe el curso. Ya no es feliz en La Liga Santander, y además sabe que Laporta intentará nuevamente deshacerse de él, pues es el elegido para convertirse en la gran venta que necesitan realizar para poder equilibrar las finanzas. Y desde Old Trafford no se lo pensarán dos veces a la hora de tratar de cerrar su contratación otra vez.
A pesar de que firmaron a Casemiro, el brasileño no parece haber convencido a Ten Hag, como demuestra el papel secundario que está teniendo. Y espera que, en esta ocasión, sí puedan traer a su compatriota.
De Jong, decepcionado con Xavi y con Laporta
De Jong siempre ha apostado por guardar silencio y mantener la calma, aunque en los últimos días sorprendió con sus declaraciones, atacando claramente a Laporta, y acusando a la directiva de mentir sobre su salario, para intentar poner a la afición en su contra, y así forzar a que se marchara.
Asimismo, también está decepcionado con Xavi, con quien antes tenía buen ‘feeling’, pero que cree que le ha quitado su puesto en el once inicial por las presiones que ha recibido.