El Real Madrid sigue implicado en la subasta que protagoniza Arda Güler. La gran esperanza del fútbol turco ha despertado el interés de los mejores conjuntos del continente, y en la pelea por sacarlo del Fenerbahce no podía faltar Florentino Pérez. También se ha mostrado seducido por la posibilidad de incorporar a la plantilla a ‘el nuevo Mesut Özil’, quien ha realizado una campaña soberbia, pese a tener solamente 18 años.
Aunque todavía le queda otro curso más en edad juvenil, está plenamente afianzado en la élite, y cuenta con una cláusula de rescisión muy asumible, de menos de 20 millones de euros. Esto ha hecho que en el Santiago Bernabéu sigan muy de cerca su caso, y estén meditando seriamente la opción de presentar una ofensiva para cerrarlo. Asimismo, el Barça, el Borussia Dortmund, el Liverpool, el Ajax de Ámsterdam, el Arsenal o el Bayern de Múnich también lo pretenden.
Pero las últimas informaciones señalan que el combinado dirigido por Carlo Ancelotti es el que tiene las conversaciones más avanzadas con el prometedor futbolista y con su familia, que piden una prima de fichaje de unos 20 ‘kilos’. Los ojeadores han recomendado sin dudarlo que compren al atacante nacido en el año 2005, a quien ven con el potencial suficiente para marcar una época. Sin embargo, su incorporación tendría consecuencias en el vestuario.
Y es que, en caso de que Güler llegue al Madrid con efecto inmediato, sin marcharse a préstamo antes por otro combinado, habría otras piezas que verían reducidos drásticamente sus minutos. Por ejemplo, ese es el caso de Brahim Díaz, quien es el principal candidato a perder su puesto. Y eso no le hace ni pizca de gracia, debido a que le prometieron cuando salió del AC Milan que sería crucial en los esquemas, y llenaría el vacío de Marco Asensio.
A medida que han ido avanzando las semanas, el internacional español ha comenzado a sospechar que no se cumplirán las cosas que le aseguraron.
Brahim sospecha que Ancelotti le ha mentido
Concretamente, a la persona que ha señalado Brahim es a Ancelotti. Sospecha que le mintió para que decidiera volver al Madrid, y rechazar la opción de permanecer en San Siro o irse a otro lugar, y la tensión que existe ahora mismo es enorme. Si se confirma la compra de Güler, puede haber un incendio en el vestuario.
Díaz no aceptará un rol residual, e incluso amenaza a Florentino Pérez con volver a hacer las maletas.