Por tercera vez en los últimos 5 años, el Liverpool disputará la final de la Champions League, tras dejar al Villarreal eliminado. Y los reds lo volverán a hacer con Mohamed Salah como gran estrella. El egipcio, lejos de rehuir de respuestas polémicas, no tuvo este martes ningún reparo en afirmar que quiere al Real Madrid en la gran final. "Contra el City nos hemos enfrentado muchas veces y sabemos que es un gran rival. Honestamente, tengo que decir que en la final prefiero al Real Madrid. Perdimos una final contra ellos. Y quiero ganar esta vez", declaró Salah a una pregunta de Rio Ferdinand, exjugador del Manchester United.
"El míster nos habló al descanso. Hay carácter y personalidad en el vestuario. Somos un equipo top al máximo nivel, por eso podemos contraatacar después perdiendo 2-0 en el primer tiempo", añadió Salah, en referencia al duro momento vivido contra el Villarreal, cuando el partido se fue al descanso con 2-0 para los groguets. "Es genial estar en la final. Es la tercera vez en cinco años, es algo increíble. Todos están felices en el vestuario".
La llave de judo de Ramos
Nadie en el Liverpool olvida lo que sucedió en Kiev el 26 de mayo del 2018. El equipo de Klopp se enfrentaba al Real Madrid en la gran final de la Champions, un título que llevaban 13 años sin conquistar. El Liverpool empezó el partido siendo superior, pero todo se torció a los 30 minutos, cuando Salah se lesionó de gravedad en el hombre, tras una especie de llave de judo de Sergio Ramos.
A partir de aquel momento, el Liverpool quedó tocado por la lesión de su gran estrella, lo que aprovechó el Real Madrid para, poco a poco, irse imponiendo sobre el terreno de juego. Al final, los blancos ganaron 3-1, con un estrepitoso error del portero red, Loris Karius. Salah no solo perdió la Champions y la oportunidad de ganar el Balón de Oro, sino que además tuvo que forzar para poder disputar el Mundial de aquel verano, el de Rusia, para el que Egipto se había clasificado de forma histórica.
Salah reclama venganza
Mohamed Salah, pues, quiere que este miércoles el Real Madrid logre la remontada contra el Manchester City. En primer lugar, para quitarse la espina por la entrada de Sergio Ramos. Y en segundo, porque considera a los blancos inferiores a los de Pep Guardiola, que en la Premier League están siendo capaces de aguantar el ritmo infernal de puntos que han impuesto los de Jürgen Klopp.
El Liverpool se sacó el mal sabor de boca un año después, cuando se impuso en la final de la Champions al Tottenham, por 2-0, con un gol de Salah. Ahora les falta vengarse de la dura noche de Kiev en la que Ramos lesionó a Salah.