La serie que Netflix ha dedicado a la figura de Michael Jordan, The Last Dance, se ha convertido en una de las producciones más aclamadas y polémicas del año. La serie retrata la grandeza deportiva del '23' a la perfección, pero también pone de manifiesto a través de varios testigos que el legendario jugador estadounidense comandaba el vestuario de los Chicago Bulls con puño de hierro.

Uno de los protagonistas de la producción es Horace Grant, excompañero de Jordan y figura clave en la NBA de los 90, quien es acusado de ser el responsable de las filtraciones gracias a las cuales el periodista Sam Smith escribió The Jordan's Rules, un libro en el que se explicaban los métodos tiránicos de 'MJ'.

jordan llorando @ChicagoBulls

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Este martes, en declaraciones a ESPN, Grant lo negó todo. "Miente, miente y miente, Si 'MJ' me guarda rencor, arreglamos eso como hombres. Hablemos. Podemos resolverlo de otra manera. Sam y yo siempre hemos sido grandes amigos, pero nunca hubiera dicho nada personal fuera del vestuario. Debía tener dos fuentes, supongo", aseguró.

Grant, además, acusó a Jordan de chivato y atacó con dureza a los productores del documental. "Él dice que yo era el delator, pero aun así, después de 35 años, menciona que durante su primer año fue a la habitación de uno de sus excompañeros y vio cocaína, marihuana y mujeres. Eso es ser un maldito delator, es una mierda". Y añadía: "Cuándo este documental está dedicado a una persona y él tiene la última palabra sobre lo que se publicará... no es un documental. Es una narración de lo que pasó en el último baile, entre muchas comillas. Muchas cosas fueron recortadas, editadas," sentenció