La destitución fulminante de Graham Potter como entrenador del Chelsea a menos de 10 días del partido contra el Real Madrid en la ida de los cuartos de final de la Champions League ha sido un auténtico bombazo en el fútbol internacional. Después de invertir centenares de millones de euros en fichajes, Todd Boehly también quiere revolucionar al equipo agitando el banquillo, pues considera imperdonable que a estas alturas de la temporada el equipo esté situado en la 11ª posición de la Premier League.
Ahora, claro está, hay que ver qué entrenador asumirá el cargo. El que más ha sonado en las primeras horas es Julian Nagelsmann, que acaba de ser despedido del Bayern de Múnich por un problema interno con el vestuario, ya que los resultados del equipo están siendo impecables. En Londres, sin embargo, hay un nombre que gusta más, el de Luis Enrique Martínez.
El Chelsea, entre Nagelsmann y Luis Enrique
Todd Boehly sueña con poder fichar a Luis Enrique, un entrenador con carácter, con experiencia para liderar grupos llenos de ego y con una apuesta futbolística muy atractiva. Luis Enrique, sin equipo después de salir de la selección tras el Mundial de Qatar 2022, ha entrenado en España y en Italia, por lo que le podría ser muy atrayente poder trabajar en Inglaterra, donde podría competir con Guardiola, Klopp, Ten Hag o Arteta.
El destino, pues, podría llevar a Luis Enrique a ser el entrenador del Chelsea en la eliminatoria contra el Real Madrid, al que le tenía cogida la medida en su etapa como entrenador del Barça. Además, el asturiano podría 'vengarse' de la prensa de Madrid que tanto le ha criticado en su etapa como seleccionador español.
La palabra de Luis Enrique
El gran problema es que Luis Enrique tiene un acuerdo verbal para ser el entrenador del Atlético de Madrid, siempre que el club colchonero decida prescindir de Simeone como entrenador. Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín parecen estar convencidos de dar por finalizada la etapa del cholo, lo que llevaría a Luis Enrique al banquillo del Metropolitano.
Falta por ver si el Chelsea desiste de fichar a Luis Enrique y apuesta por Nagelsmann, o si, por el contrario, Todd Boehly saca la billetera para intentar convencer al asturiano, que tendría encima de la mesa un cheque en blanco para reforzar la plantilla y construir un nuevo Chelsea que vuelva a competir con los gigantes del fútbol inglés y europeo.