Red Bull ha perdido las alas, se ha deshecho como un terrón de azúcar entrando en la leche caliente, para desesperación de Max Verstappen. El triple campeón del mundo, que parecía tenerlo todo de cara para sumar su cuarto título consecutivo, ya no sabe qué hacer para evitar la sangría de puntos que está sufriendo en las últimas 6 carreras, en las que solo ha sido capaz de subir el podio en 2, y como segundo clasificado.
"Depende del equipo venir con muchos cambios en el coche", afirmó el piloto después del gran premio de Monza, en el que terminó en 6ª posición, a 37 segundos del ganador, Charles Leclerc. "No sé qué ha pasado. Dos juegos de neumáticos nuevos y de repente tenía mucho subviraje. Mi coche no giraba en ninguna parte. Curva 1, curva 4, curva 6, 7... Simplemente, no conseguía que el coche volviera a funcionar", había declarado días antes, en los entrenamientos oficiales. Verstappen no se cansa de repetir que el coche es "inconducible", un "monstruo", lo que pone en serio riesgo el éxito final.
Verstappen llama al orden a Red Bull
Con 8 Grandes Premios por delante y 62 puntos de ventaja respecto a Lando Norris, lo lógico sería pensar que es imposible que se le pueda escapar el mundial a Mad Max. De hecho, el neerlandés está teniendo suerte por el trato de McLaren respecto a Norris, ya que Piastri, su compañero, le está perjudicando, como ocurrió en Monza, una estrategia que ha evitado que Norris le pudiera recortar más puntos a Verstappen. Aún y así, el triunfo del piloto de Red Bull peligra, a lo que se añade el Mundial de Constructores, en el que los 8 puntos de ventaja parecen mínimos para la escudería austriaca.
"En este momento, ganar ambos campeonatos no es realista", ha declarado Verstappen, un golpe en la línea de flotación de Red Bull, que lleva demasiado tiempo en la cresta de la ola, sin que nadie le tosiera, lo que parecen que ahora les ha dejado en fuera de juego.
Lando Norris, desesperado con McLaren
De hecho, todo parece estar en manos de McLaren, que en estos momentos dispone del mejor coche de la parrilla. Como escudería secundaria ha funcionado como un reloj, pero como equipo líder está dejando muchas dudas. En Monza, sin ir más lejos, Norris se vio perjudicado por Piastri, que le adelantó, una lucha absurda que acabó beneficiando a Leclerc, que se llevó la victoria, con Norris en la tercera posición, sumando 15 puntos en lugar de 25.
"¿Si estamos perdiendo el Mundial? Pregúntaselo a McLaren, no depende de mí, todas estas son preguntas para el equipo", afirmó Norris después del GP de Italia. "No ha sido la carrera que quería, todo se torció en la curva 4... Sobre la maniobra de Piastri... obviamente no lo esperaba, teníamos mucho hueco con los de detrás, así que no había motivo para arriesgar, se ha acercado un poco más de la cuenta, y si yo hubiera frenado un metro más tarde los dos hubiéramos quedado fuera de la carrera".