Deco, director deportivo del FC Barcelona, ha puesto sus ojos en un fichaje que no solo promete elevar la calidad de la portería azulgrana en el futuro, sino que también tiene tintes de traición histórica: el nombre de Joan García. El joven guardameta, actualmente estrella emergente del Espanyol, está en el radar del Barça como una alternativa estratégica para reforzar la portería a largo plazo. La situación recuerda, inevitablemente, a la legendaria traición de Luis Figo, quien pasó del Barcelona al Real Madrid y dejó una huella indeleble en la rivalidad entre ambos clubes. Ahora, Joan García podría protagonizar una historia similar si decide cruzar de blanquiazul a azulgrana.
Joan García no es un portero cualquiera; con apenas 23 años, el arquero se ha convertido en una de las figuras más prometedoras de LaLiga, despertando interés en varios equipos importantes. El pasado verano, el Arsenal ya intentó ficharlo con una oferta formal, lo que llevó al Espanyol a blindarlo con una cláusula de rescisión que asciende a 30 millones de euros. Aun así, el interés de Deco y del Barça es real, y aunque la cifra es elevada, la tentación de arrebatarle una de sus promesas al eterno rival hace que el movimiento sea especialmente atractivo para el proyecto deportivo del club azulgrana.
Actualmente, Joan García vive uno de los momentos más destacados de su carrera en el Espanyol y se prepara para el crucial enfrentamiento en el derbi catalán ante el FC Barcelona en el Estadio Olímpico. Para el conjunto perico, el partido no es solo una prueba de fuego deportiva, sino también un símbolo de la importancia de enfrentar al Barça con el mayor esfuerzo y compromiso. La idea de que su jugador clave en la portería podría terminar siendo tentado para unirse a las filas del Barça añade una presión adicional.
Deco, consciente de la complejidad de una negociación con el Espanyol, sabe que el club rival no cederá terreno fácilmente en caso de que los azulgranas se decidan a ir en serio a por Joan García. La única vía posible para el Barça sería pagar la cláusula de rescisión en su totalidad, una decisión que no se tomaría a la ligera. Sin embargo, con la escasez de jóvenes arqueros de calidad que ofrezcan seguridad en la portería y una proyección a largo plazo, el fichaje de Joan García es una opción que Deco ve con buenos ojos y que está dispuesto a defender ante la directiva del club.
En el Espanyol, el nombre de Joan García representa no solo el presente, sino también el futuro del equipo, y la posible salida de su guardameta hacia el eterno rival sería un golpe para la afición. Aunque el jugador ha demostrado fidelidad a los blanquiazules, una oferta tentadora del Barça podría abrir un nuevo capítulo en su carrera, uno que lo pondría en la órbita de los grandes. Por ahora, la opción está sobre la mesa y solo el tiempo dirá si el Barça finalmente decide dar el paso que tanto teme el Espanyol.