Entramos en semana de Gran Premio y ya hay mucha expectación para volver a ver a Fernando Alonso subido a su Aston Martin. El piloto asturiano ha aprovechado los errores de sus rivales para conseguir tres podios consecutivos en los tres primeros grandes premios de la temporada, sorprendiendo a todo el mundo y generando una gran ilusión entre sus aficionados, que ya sueñan con ver al ovetense subido a lo más alto del cajón.
Sin embargo, en Bakú no se albergan demasiadas esperanzas de que eso suceda. Y es que el circuito de Azerbaiyán es el némesis del Aston Martin. La larga recta, de casi 2 kilómetros de distancia, podría ser la china en el zapato de Fernando Alonso, y poner de relieve el gran lastre del AMR23.
Bakú, un gran problema para Fernando Alonso
La máquina verde del Nano ha demostrado ser muy versátil, lo ha demostrado en tres circuitos distintos donde, aprovechando los errores de sus rivales, ha conseguido sus tres podios. Sin embargo, de las virtudes nacen defectos, y el Aston Martin no es un monoplaza perfecto.
Este fin de semana Fernando y Lance Stroll se van a enfrentar a su gran debilidad, la velocidad punta. Ese drag, que es la resistencia al avance derivada de su particular equilibrio y su aerodinámica. Por eso, desde la escudería inglesa trabajan en un nuevo alerón para mejorar el DRS, y así, aumentar la velocidad en recta, el gran debe del AMR23.
En el equipo verde son conscientes del gran lastre que eso supone, "tenemos deficiencias en rectas muy largas, no es ningún secreto. Lo hemos visto y tenemos que trabajarlo mucho. En las pistas donde esto no cuente tanto es donde podemos tener más confianza", dijo Mike Krack, abriendo la posibilidad a que este fin de semana Fernando se baje del podio por primera vez en lo que llevamos de temporada.
Aston Martin seguirá mejorando
Pero no todo es malo, como comentábamos Aston Martin seguirá mejorando el monoplaza de Alonso y Stroll. No obstante, podrían encontrarse ante el eterno problema, cubrirse la cabeza con la manta y destapar los pies, y viceversa. Es decir, mejorar su velocidad en recta, pero ahora empeorar las que eran sus mayores virtudes. Así pues, deberán actuar con sumo cuidado para que el remedio no sea peor que la enfermedad.
Volviendo al circuito, las opciones de Fernando pasan por ese segundo sector de Bakú, que es mucho más lento. Aston Martin, pues, tendrá que encontrar ese equilibrio que encontró durante los primeros grandes premios de la temporada en el que consiguieron subirse al podio.
Con las supuestas mejoras que llegarán a Bakú, Mike Krack lo dejó caer en Australia, ¿será capaz el Aston Martin de mostrar el mismo rendimiento que mostró en las primeras carreras de la temporada? El domingo saldremos de dudas, si alguien es capaz de maximizar sus virtudes es Fernando, como ya ha dejado claro. Aunque, no sería de extrañar, que viésemos el peor resultado del AMR23 hasta el momento. Esperemos que no.