El triunfo de España en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda es mucho más que un hito histórico futbolístico. Es también mucho más que la victoria de un estilo de fútbol o cualquier aspecto táctico que rodee los partidos disputados. El Mundial que han conseguido las futbolistas de Jorge Vilda en Sídney es la confirmación que el cambio de paradigma en el futbol español, que empezó mucho antes del debut de la selección española en una Copa del Mundo, producida hace solo ocho años en los Estados Unidos, ya es una realidad. Y es que este grupo de jugadoras ha ganado, emocionado, sufrido, consolado, pero sobre todo ha recordado a todas aquellas futbolistas que han abierto camino y han hecho posible esta celebración.
Un grupo de jugadoras que sigue expandiendo el uso del femenino en el fútbol
Porque el triunfo de España en el Mundial del 2023 no solo pertenece a las 23 jugadoras que han viajado hasta Australia y Nueva Zelanda para enfundarse la camiseta cada tres días, sino que también es de todas aquellas que han aportado su granito de arena para cambiar el panorama de un deporte que, a nivel local, hasta hace pocos años únicamente hablaba en masculino. Con un esfuerzo titánico, teniendo que aguantar burlas y desprecios de todo tipo, las jugadoras, entrenadoras, periodistas, aficionadas... (es imposible no dejarse alguien) que desde hace más de un siglo intentan practicar fútbol, han logrado llevar este deporte al escalón más alto del panorama Mundial.
Lo han hecho, además, practicando un fútbol espectacular, que como bien han dicho varias jugadoras después del silbado final, servirá de referencia a todas aquellas pequeñas que están empezando a practicar fútbol. Una referencia y unos referentes que han sido inexistentes para este grupo de campeonas. Porque la cobertura mediática que giraba en torno al fútbol femenino hace unos años era casi inexistente. Ahora, con victorias históricas como esta, esto está cambiando. El futuro está garantizado.
Un proceso de (más) de ocho años que acaba con los ánimos de Vero Boquete
Solo ocho años después de debutar en un Mundial femenino, España ha alcanzado la gloria absoluta. Cuesta creer, pero es verdad: El 9 de junio de 2015, la selección española disputó su primer partido mundialista. Lo hizo, precisamente, contra Costa Rica, el rival con el que han arrancado esta aventura en Australia y Nueva Zelanda. Cosas del destino. Por aquel entonces, el resultado fue de 1-1 y poca gente era capaz de imaginar la evolución que ha tenido el fútbol femenino español en apenas ocho años, que ya se ha consagrado como el mejor del mundo.
Seguramente, tampoco podía imaginarlo Vero Boquete, la máxima estrella de aquella selección debutante, que ha acompañado a esta selección como comentarista. Y como no podía ser de otra forma, la futbolista de la Fiorentina ha querido enviar un mensaje global, tanto a las jugadoras como a todos los aficionados. “España tiene muchísimos futbolistas que vienen por detrás, muchas generaciones que ya saben lo que es ganar. Es el mensaje con el más poder posible para toda la sociedad española, el fútbol femenino merecía ese respeto, merecía ese gran éxito. Esperamos que ahora nos vean por lo que somos: dones que hacen muy bien el trabajo, el fútbol femenino es ahora un trabajo, es profesional”, ha comentado la jugadora gallega.
Pero las palabras de esta leyenda del fútbol no se han detenido aquí, ya que también ha querido echar una mirada al pasado y al futuro. "Yo me acuerdo de las que han tenido que luchar al principio para abrir una puerta muy pequeña. Algunas ya no estarán, otras estarán llorando en casa. Por todas ellas y por todos los que han pensado que ese día llegaría y este triunfo llegaría. Enhorabuena a ellas, que son los que nos han hecho disfrutar este evento histórico”, ha asegurado una Vero Boquete que ve cómo parte de su trabajo está llegando a su final.