El Real Madrid busca una alternativa a Kylian Mbappé desde que se anunció su renovación con el Paris Saint-Germain. Fue todo un varapalo a Florentino Pérez, que daba por segura su contratación, y Carlo Ancelotti presiona para que le traigan a otro atacante. Porque cree que es completamente necesario, viendo las bajas en la parcela ofensiva que han sufrido, como Gareth Bale e Isco Alarcón, y todavía puede haber más salidas.
Por ejemplo, Marco Asensio, que aún no ha tomado una decisión sobre su futuro, pero en estos momentos está más fuera que dentro del Santiago Bernabéu. Su contrato finaliza en 2023, y las conversaciones para renovar están paralizadas, lo que lleva a pensar que se marchará traspasado durante este mercado estival. A la espera de recibir ofertas, ya le han tasado en 30 millones de euros, que es la cifra que esperan recaudar con el balear.
Tampoco hay que olvidarse de Mariano Díaz, otro que queda libre en 12 meses, y de Luka Jovic, que tienen el cartel de transferible, y son claros candidatos a ser traspasados. En el cuadro blanco deberán de firmar, como mínimo, a un nuevo delantero, y el perfil que buscan es un futbolista que pueda actuar como referencia ofensiva, y también en una banda. En este sentido, ‘Carletto’ no ha tenido dudas a la hora de sugerir un nombre propio.
Ese es el de Richarlison, a quien conoce a la perfección, después de dirigirle en las filas del Everton. Era una de las estrellas del equipo, y es considerado como uno de los mejores jugadores de toda la Premier League. Cada campaña consigue superar la barrera de los 10 goles, y en la actual no ha sido una excepción, a pesar de que su club haya estado muy cerca de descender de la Premier League. Precisamente este motivo es el que le empuja a cambiar de aires.
Se siente preparado para iniciar un nuevo desafío en un conjunto más ambicioso, donde pueda pelear por títulos, y disputar la Champions League, además de percibir un sueldo mucho más elevado del que tiene actualmente.
El Chelsea aprovecha las dudas de Florentino Pérez
Ancelotti está convencido de que el internacional brasileño sería un magnífico refuerzo para el Madrid, pero Florentino Pérez no parece tenerlo tan claro. Está convencido de que hay opciones mucho más interesantes y convincentes, y esa es la razón por la cual están paralizadas las negociaciones con el ex de Fluminense y Watford.
Esas dudas quiere aprovecharlas el Chelsea, que busca a un goleador de garantías, que pueda solucionar sus problemas de puntería, y puede pagar sin problema los 50 millones de euros que costaría Richarlison.
Se convertiría en el recambio de Romelu Lukaku, que regresará al Inter de Milán.