Ucrània ha doblegado a Suecia en el tiempo añadido de la prórroga y el cabezazo de Dovbyk ya es historia del fútbol ucraniano (1-2).
Después de vivir unos octavos de final muy estimulantes con la sorprendente eliminación de los Países Bajos, la agonía del Croacia-España o los penaltis del Francia-Suïza, el azar del calendario hizo que el último de los enfrentamientos haya sido un Suecia-Ucrania poco atractivo a los ojos del espectador general.
Pero estos partidos que pasan un poco desapercibidos acostumbran a esconder grandes historias. La de Suecia, es muy clara. Los escandinavos han afrontado estos octavos de final como la oportunidad perfecta para ganar, por primera vez en su historia, un partido eliminatorio en una Eurocopa. Pero Ucrania tampoco había jugado nunca unos cuartos de final de una Eurocopa y lo tenía a un partido.
La fase de grupos de los suecos fue muy buena y quedaron líderes en el grupo de España mientras que su rival llegaba al partido con un perfil más bajo. Ucrania se había clasificado casi de rebote, con sólo tres puntos, y han asumido a la perfección que Suecia tenía el papel de favorita, con todo lo que eso conlleva.
Ucrania se encontraba cómoda con el dominio sueco
Los suecos se han visto casi obligados a empezar el partido dominando, y aunque tienen armas para hacerlo (Forsberg, Ekdal o Kulusevski) la selección ucraniana sabía que tenía la pólvora suficiente en ataque como para hacer daño con menos posesión que su rival.
Precisamente cuando los nórdicos habían avisado desde las botas de Isak en el 19 y de Kulusevski en el 25 Ucrania ha marcado un auténtico golazo. Se han asociado tres de los jugadores más técnicos y eso siempre es una buena noticia. Shaparenko ha encontrado a Yarmolenko, el del West Ham la ha puesto con el exterior y Zinchenko ha fusilado a Olsen para subir el 0-1 en el marcador de Hampden Park.
A Suecia le tocaba ir a remolque y tenían que aparecer sus jugadores determinantes si querían seguir vivos en el partido. Dicho y hecho, Forsberg ha recibido la pelota en la frontal y su disparo con pierna izquierda ha significado el empate después de rebotar ligeramente en Zabarnyi a dos minutos del descanso.
Los palos, protagonistas en las dos porterías
En la reanudación ambos equipos han salido buscando el segundo pero se han encontrado con el palo. El ucraniano Sydorchuk y todo seguido el sueco Forsberg no han marcado por culpa de la madera. Suecia sabía que gran parte de sus posibilidades pasaban por las botas de Forsberg, y el jugador del Leipzig era consciente. A veinte minutos del final ha estado a punto de enviar un gran disparo con efecto a la escuadra pero una vez más el palo ha evitado el gol. El 10 de los suecos era lo mejor del partido, pero el marcador seguía reflejando un empate.
Hasta los últimos 10 minutos de tiempo reglamentario sólo se había producido un cambio, lo que hacía pensar que los seleccionadores se guardaban las últimas balas para una posible prórroga. Y no se han equivocado. El marcador no se ha movido y el partido no se decidió en los 90 minutos.
El tiempo extra ha empezado con la clarísima expulsión del central sueco Danielsson, lo que ha obligado al seleccionador Andersson a reubicar las piezas y afrontar el resto de la prórroga con un jugador menos. Ucrania ha asumido el control de la pelota y Suecia se ha defendido en campo propio deseando que llegaran los penaltis.
Ucrània gana en el 121
Y parecía que los escandinavos podrían aguantar y jugárselo todo desde los 11 metros, pero Dovbyk, en el minuto 121, ha hundido las esperanzas de Suecia con un cabezazo que ha situado al combinado ucraniano entre las ocho mejores selecciones de Europa por primera vez en la historia. El combinado ucraniano será el rival de Inglaterra en unos cuartos de final dónde también se jugarán el Bélgica-Italia, el Suiza-España y el República Checa-Dinamarca.